Hasta ahora, Robert Downey Jr. es sinónimo de Iron Man. Aunque eso podría cambiar en los próximos años, cuando la estrella se ponga en la piel del Dr. Doom en su regreso por todo lo alto a Marvel -como villano de las nuevas películas de Los Vengadores-, para muchos probablemente Downey siempre seguirá siendo recordado como el carismático Tony Stark. Un papel que, como ya se ha hablado en el pasado y los aficionados ya sabrán, no fue hecho a su medida desde el primer minuto.
Y es que cuando Marvel preparaba el inicio del UCM con la primera película de Iron Man, la compañía de Kevin Feige tenía entre manos varias posibles opciones para escoger un actor que interpretase a su superhéroe en la gran pantalla. Uno de los más sonados a posteriori fue Tom Cruise, pero por encima del protagonista de 'Misión Imposible' hubo incluso otro favorito: Clive Owen.
Marvel le ofreció ser Iron Man, pero Clive Owen no estaba interesado en el cine de superhéroes
Pese a que hoy día es posible que el nombre de Clive Owen no suene con tanta fuerza como el de Robert Downey Jr. o Tom Cruise, el actor británico de 59 años de edad era durante la primera década de los años 2000 una estrella de renombre que había actuado en películas conocidas como 'Hijos de los hombres', 'El caso Bourne' o 'El rey Arturo'.
Según desveló el propio Kevin Feige durante un discurso en la ceremonia de graduación de la Universidad del Sur de California (USC) este 2024 (vía The Direct), la carrera de Owen y su talento como actor le había valido ganarse la atención de Marvel cuando la compañía preparaba el casting para 'Iron Man'.
"Cuando elegimos el papel de Iron Man, miramos a muchos actores diferentes. Tuvimos que encontrar la combinación perfecta de corazón, fuerza y carisma", explicó Feige. "Al ser nuestra primera película de Marvel, lo que estaba en juego no podría haber sido mayor. El éxito de la película y el futuro de todo nuestro estudio reposaron sobre los hombros de esta única persona".
De acuerdo con Feige, después de muchas cavilaciones, decidieron que la opción perfecta para el papel debía ser para Clive Owen. "No fue una tarea fácil, pero junto con mi equipo, nuestros directores de casting y nuestro director, Jon Favreau, seleccionamos nuestra lista, identificamos al hombre adecuado y extendimos una oferta a nuestra mejor opción", relató el presidente de Marvel en su discurso.
En palabras de Feige, la elección de Clive Owen parecía la mejor apuesta en aquel momento. Era "un actor que marcó todas esas casillas y estábamos seguros de que sería un gran éxito". Así que le hicieron llegar la propuesta. Sin embargo, y para su sorpresa, el inglés prefirió rechazarla. "No estaba interesado", zanjó Feige sin entrar en más detalles.
A decir verdad, desde entonces y hasta el día de hoy, Clive Owen no se ha prodigado en ninguna producción relacionada con el mundo de los superhéroes, por lo que podemos entender que el británico no está particularmente interesado en trabajar en películas de este género. Es bastante probable pensar que esa pudo ser la causa de su rechazo. Por otro lado, en aquella época Marvel todavía no era el gigante que es hoy y el UCM apenas empezaba a fraguarse, muy pocos podrían haber sabido de antemano que iba a convertirse en una de las grandes productoras de Hollywood.
Con todo, Feige no tuvo reparos en aclarar que la negativa de Owen fue una valiosa lección para su equipo. "Esa es la regla no escrita de la vida. No elegir tu primera opción podría ser lo mejor que te puede pasar", afirma. "Porque, ¿sabes qué es mejor que elegir tu primera opción? Obtener la opción correcta. Y en nuestro caso, por supuesto, esa elección fue Robert Downey Jr.".
Si bien Clive Owen comparte casi la misma edad que Downey Jr. y tiene una apariencia de héroe clásico que podría haber encajado bien dentro de la armadura de Iron Man, nunca sabremos si de haber aceptado ser Tony Stark el UCM hubiese arrancado tan bien como finalmente ocurrió, con una película que recaudó casi 600 millones de dólares y puso la primera piedra en el camino de éxito de Marvel Studios.