Uno de los mercados cinematográficos más grandes del mundo, China, enfrenta un momento de incertidumbre. Pese a un inicio prometedor en 2024 con una recaudación récord durante el Año Nuevo Lunar, la industria experimenta un descenso notable en su desempeño. Según datos del instituto Maoyan, las fiestas nacionales de octubre registraron un 23% menos ingresos que el año anterior, mientras que la temporada de verano sufrió una caída aún mayor, del 40%. Estas cifras preocupan en un país donde las festividades son el motor de la taquilla. La pregunta que todos se hacen es: ¿a qué se debe esta caída?
La Generación Z y el impacto económico
Uno de los factores que más pesa en esta crisis es el comportamiento de los jóvenes. La Generación Z china, afectada por un elevado desempleo juvenil (que alcanzó el 21,3% en junio de 2023), ha cambiado sus prioridades. Movimientos como el "Revenge Saving" están impulsando a los jóvenes a reducir drásticamente sus gastos, incluyendo los destinados al entretenimiento. Además, la percepción de riesgo a pagar por una película que no cumpla sus expectativas ha llevado a muchos a optar por alternativas más económicas, como los servicios de streaming o las plataformas de video corto como Doijin, el equivalente chino de TikTok.
El declive de Hollywood y el auge local
Otro factor relevante es el debilitamiento de la presencia de Hollywood en China. Tras años de restricciones culturales y la pandemia, el flujo de películas extranjeras se ha reducido considerablemente. Esto ha creado un vacío que las producciones locales han intentado llenar con relativo éxito. Ejemplo de ello es la película YOLO, que lidera la taquilla china de 2024 con una recaudación de 541 millones de dólares. Sin embargo, el problema no está en estos grandes éxitos puntuales, sino en la salud general del mercado, que muestra signos de estancamiento y una menor diversidad en su oferta.
Opciones de entretenimiento en transformación
La competencia por la atención del público también es feroz. Los jóvenes chinos están priorizando formas de entretenimiento más accesibles y personalizables, como los videojuegos móviles y las redes sociales. Incluso cuando se trata de ver películas, muchos optan por hacerlo en casa o en espacios alternativos como bares o cines callejeros, lo que resta protagonismo a las salas tradicionales. Este cambio en las dinámicas de consumo subraya un desafío para la industria del cine: cómo atraer a un público que busca mayor flexibilidad y valor por su dinero.
El futuro incierto de la taquilla china
En medio de este panorama, expertos temen una "japonificación" de la economía china, similar a lo que vivió Japón en los años noventa, cuando su mercado de entretenimiento también enfrentó un estancamiento. Si bien se plantean estrategias para revitalizar la industria, como reformas que mezclen iniciativas públicas y privadas, el camino no está claro. Lo que es seguro es que la taquilla china deberá adaptarse a las nuevas preferencias del público y equilibrar su enfoque local con la importación internacional si quiere recuperar su lugar como uno de los pilares del cine global.