Hollywood está sumida en una graves crisis como industria, abocada a construir películas de grandes presupuestos, dificultad de recuperación en taquilla y a lidiar con el auge de tendencias de consumo que están poniendo en peligro el negocio del cine, como lo es el streaming y el auge de las redes sociales. En este desolador escenario, la industria en conjunto se abona a las secuelas y las sagas cinematográficas. Sí, Deadpool y Lobezno es un éxito masivo, pocas veces visto en los últimos años, con una taquilla muy tocado. Según Kevin Feige, director y productor de Marvel Studios, pese a que la gente se queje y el público no lo admita, el cine necesita secuelas para seguir siendo un negocio que dé beneficios. Y así lo explica.
Kevin Feige, jefe de Marvel Studios, critica al público que desprecia las secuelas y los superhéroes: 'Son los proyectos que salvan el cine'
Kevin Feige lo tiene claro. En una entrevista con Variety para celebrar su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, Feige ha contado cómo veía el cine cuando era niño y, más importante, cómo ha modelado su carrera en Marvel. No es una cuestión baladí.
Su experiencia cuando apenas levantaba un palmo del suelo es la que ha moldeado un imperio cinematográfico de más de 30.000 millones de dólares en taquilla. "Siempre me ha gustado la construcción de mundos y poder volver a ver a los personajes. Siempre estaba emocionado por las secuelas", recuerda.
"No era cínico ni ponía los ojos en blanco, como la gente aún sigue haciendo hoy por alguna razón a pesar de que lleva habiendo secuelas desde los años 30 y son un pilar de la industria. Para mí, era lo que más disfrutaba, saber que algo que amaba iba a volver y se expandiría", concluía de forma tajante. La prevalencia de las secuelas y sagas en el cine de hoy refleja una tendencia de Hollywood hacia la explotación de historias establecidas que garantizan una audiencia leal. Esta estrategia, por norma general, ha demostrado ser extremadamente rentable.
En efecto, la primera secuela de la historia del cine, como película larga, se remonta a 1916, cuando El nacimiento de una nación tuvo una segunda parte poco conocida titulada La caída de una nación. Desde ahí, raro era el año que una película triunfaba y tenía su secuela a los pocos meses en proyección. Si antes el western o las películas de aventuras tenían entregas que continuaban en la pantalla grande, ahora le ha tocado el turno a los superhéroes. A La Casa de las Ideas le ha servido. Marvel Studios no solo han recaudado miles de millones en taquilla, sino que han generado un impacto cultural significativo. Desde el estreno de Iron Man en 2008, el Universo Cinematográfico de Marvel, se ha convertido en epítome del éxito para Hollywood y ha acabado consolidando el modelo de saga y universo cinematográfico como una fórmula de éxito asegurado.
Aunque algunos críticos piden más originalidad y parte del público diga que está cansado de este tipo de explotaciones cinematográficos al largo plazo, el éxito continuo de estas películas sugiere que, al menos por ahora, las secuelas y licencias seguirán dominando la taquilla. En todo caso, Kevin Feige ya engrosa la larga lista de estrellas del Paseo de la Fama en un imperio creado, precisamente, a base de personajes que vuelven, secuelas y franquicias.