Cualquier persona del mundo conoce a Sylvester Stallone. El guionista, director, actor y productor de Hollywood es uno de los rostros más reconocibles de la industria cinematográfica estadounidense gracias a sagas como 'Rocky', 'Rambo' o 'Los Mercenarios', pero no siempre fue así. En los inicios de su carrera, el archienemigo de Arnold Schwarzenegger era tan pobre que tuvo que recurrir al cine para adultos para alimentar a su familia y sobrevivir, pero eso no fue lo único que el artista tuvo que hacer para poder salir adelante. Antes de que la mencionada 'Rocky' recaudase 225 millones de dólares en taquilla en 1976, Sly no tenía apenas dinero, y no tuvo más remedio que malvender a su querido perro, Butkus, por una irrisoria cantidad de dinero.
Stallone no tuvo más remedio y vendió a su perro para poder comer; pero todo cambió tras el éxito de 'Rocky'
Stallone soñaba con ser una estrella de Hollywood, pero no tenía proyectos que le impulsaran al éxito ni tampoco oportunidades. Tras probar suerte en el cine porno, el actor vendió a Butkus, su perro que más adelante recuperaría, por 25 dólares para poder comer. Hundido y tras perder a su mejor amigo canino, el actor asistió a un combate entre Muhammad Ali y Chuck Wepner, dando con ello la clave para crear 'Rocky'.
En tres días el guion estaba listo y por 35.000 dólares Stallone aceptó protagonizar el filme él mismo. El resto es historia. Sly consiguió consolidarse como una de las nuevas potencias de la industria hollywoodiense creando una de las sagas más populares del sector, que de hecho continúa en marcha bajo la firma de Michael B. Jordan con 'Creed'.
Habiendo recibido su paga por 'Rocky', el actor no dudó en ir al establecimiento donde vendió a Butkus para recuperarlo. El único inconveniente es que tuvo que pagar la friolera de 15.000 dólares para poder hacerse con su mascota. No fue ningún problema para Stallone porque amaba a su fallecido perro, el cual apareció en la secuela de 'Rocky' y hasta ocupa un lugar en su cuerpo mediante un tatuaje muy especial.