Los recientes descubrimientos sobre la actividad sísmica en la Luna presentan desafíos significativos para la planificación de futuras misiones tripuladas y el establecimiento de bases permanentes. Estos terremotos lunares o lunamotos pueden mandar al traste el futuro de establecer bases permanente en el satétile que de hecho son clave para viajara a otros planetas- Ya que es mucho más fácil despegar de la Luna que de la Tierra.
Estos sismos están exacerbados por el proceso de contracción de la Luna a medida que se enfría, revelan una complejidad inesperada en su geología que podría complicar la selección de sitios para futuros aterrizajes y asentamientos humanos. Específicamente, la región cerca del polo sur lunar, un área de interés para misiones como la NASA Artemis 3 debido a sus depósitos de agua helada, ha demostrado ser sísmicamente activa, lo que podría poner en riesgo la seguridad y la viabilidad de las operaciones a largo plazo en este sitio.
¿Por qué se producen terremotos en la Luna?
Según estudios recientes, como el publicado en el Planetary Science Journal, la actividad sísmica detectada podría deberse tanto a fallas geológicas preexistentes como a la formación de nuevas fallas debido a la contracción de la Luna. También afecta el efecto de la atracción gravitacional de la Tierra, el impacto de meteoritos y los cambios de temperatura en la superficie lunar. Este último fenómeno, conocido como lunamotos térmicos, ocurre debido a las drásticas fluctuaciones de temperatura que la superficie lunar experimenta, alternando entre períodos de intensa luz solar y extrema oscuridad que pueden variar entre +250 grados Fahrenheit y -240 grados Fahrenheit.
Cuando la corteza congelada se recalienta rápidamente, se expande, causando fracturas y, en consecuencia, terremotos. Además de los lunamotos térmicos, los lunamotos someros representan la mayor preocupación para los investigadores y futuros colonos de la Luna. Estos sismos, que pueden alcanzar magnitudes de hasta 5.5 en la escala Richter, se piensa que podrían ser causados por el colapso de los bordes de cráteres grandes y relativamente recientes, resultado de impactos de meteoritos. La energía de estos sismos se propaga por la superficie lunar rígida y seca, resonando con mucha más fuerza y duración que los terremotos terrestres, ya que no hay agua ni otros materiales compresibles para amortiguar y disipar la energía sísmica. Estos poderosos lunamotos, que han demostrado durar hasta diez minutos o más, con temblores secundarios que continúan durante horas, plantean un desafío significativo para la seguridad estructural y la vida humana en futuras misiones o colonias lunares.
¿Cómo se registran los terremotos en la Luna?
Para comprender mejor estos riesgos, se utilizan datos detallados de la sonda Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO) de la NASA, que ha estado cartografiando la superficie lunar desde su lanzamiento en 2009. Estos datos han permitido a los científicos modelar y predecir la actividad sísmica en el satélite con mayor precisión, identificando las áreas que presentan mayores riesgos. El estudio liderado por el científico emérito Thomas R Watters ha sido instrumental en destacar la importancia de considerar la actividad tectónica lunar en la planificación de misiones futuras.
Además, la investigación continúa en otras misiones como la Chandrayaan-3 de la India, que también está explorando la actividad sísmica lunar. Los instrumentos a bordo, como el Instrumento para la Actividad Sísmica Lunar (ILSA), están diseñados para medir las vibraciones del suelo lunar provocadas tanto por fenómenos naturales como por impactos humanos. Esta acumulación de datos no solo es vital para la ciencia lunar, sino que también tiene implicaciones prácticas significativas para el diseño de futuras bases lunares y la infraestructura necesaria para sostener la vida humana en el espacio.
