Elon Musk suele ser bastante apocalíptico en sus previsiones. El responsable de Tesla, que anunció hace unos días sus avances en Neuralink, lleva meses advirtiendo que el suministro eléctrico será el próximo problema a nivel global. Tras criticar el auge de los coches eléctricos low-cost, el sudafricano explicó que en un hipotético escenario en el que no hubiese suficientes transformadores de energía, el avance de la Inteligencia Artificial (IA) y de la citada automoción eléctrica, causará un presumible colapso energético y un caótico proceso en nuestra sociedad.
Elon Musk cree que el colapso energético es una realidad: advierte de la falta de electricidad y del peligro que supone para nuestra sociedad
Musk, que justificó su oscuro pronóstico en una conferencia del Bosch Connected World, es conocido por sus polémicas declaraciones, a veces muy sacadas de tono para lo que se espera de una personalidad de su responsabilidad. “Primero, hubo escasez de chips de red neuronal. Luego, hubo problemas con la disponibilidad de transformadores reductores de voltaje. Esto me lleva a pensar que el próximo problema será la falta de electricidad”, comenta. Según él, la rápida evolución de la inteligencia artificial, y de la movilidad eléctrica con coches autónomos, está hipotecando nuestro futuro a corto plazo.
"Nunca he visto ninguna tecnología avanzar más rápido. La demanda de chips es mayor que cualquier fiebre del oro que haya existido", añade. Y no le falta razón. Pese a que está obsesionado con la exploración espacial y la colonización de Marte, Musk ha reafirmado su apuesta por las energías renovables. Si estos dos sectores -coches eléctricos e IA- continúan creciendo así, se producirá una elevada demanda de generación de energía eléctrica y, por lo tanto, un recorte del consumo abrupto por el consumo eléctrico en la Tierra. O hay sacrificios o se reduce el ritmo de avance y desarrollo.
"La computación de inteligencia artificial parece estar aumentando en un factor de diez cada seis meses. No puede continuar a un ritmo tan alto para siempre”, indicaba. En grandes rasgos, Musk arrojó una fecha: el próximo año. "A partir del próximo año no se podrá acceder a suficiente electricidad para hacer funcionar todos los chips", indicaba el magnate.
Según sus cálculos, se crearán grandes cuellos de botella con el suministro eléctrico, al menos con la infraestructura actual, por lo que habrá que cambiar la manera en la que producimos energía. Y será un desafío.
"Creo que estamos en el filo de la mayor revolución tecnológica que ha existido nunca”, argumenta. Y aunque suene paradójico, Musk cree que hay que comenzar a desprenderse de los combustibles fósiles y comenzar con la transición a las energías renovables, apostando por grandes cambios en la forma en la que se produce y distribuye energía limpia. Una de sus propuestas, que además hizo en España, es la construcción de una enorme red o matriz solar masiva, con una planta colosal, que busque recoger energía solar y se distribuya por toda Europa. ¿Se cumplirán las predicciones de Musk?