En un acto de genuina compasión, Denis Villeneuve facilitó una proyección secreta de la película más de seis semanas antes de su estreno oficial en un centro de cuidados paliativos en Quebec. Este gesto fue en honor a un admirador de la saga de Dune, quien deseaba fervientemente ver la secuela antes de su fallecimiento. Con medidas de seguridad estrictas para garantizar la confidencialidad, el evento se llevó a cabo con tan solo un amigo del paciente y el portátil del propio director como ventana al mundo de Dune: Parte 2.
Villeneuve la proyectó desde su propio portátil
La organización benéfica canadiense L’Avant, liderada por Josée Gagnon, se embarcó en una verdadera "carrera contra el reloj" tras recibir la petición del fan terminal. Con el tiempo apremiante, y a pesar de las dificultades iniciales para contactar a Villeneuve, el equipo logró su objetivo gracias a la generosidad y empatía del director y su esposa, Tanya Lapointe.
La propuesta inicial de volar al paciente a una ubicación más accesible fue imposible debido a su delicado estado de salud, lo que llevó a una solución más personal, la proyección en el propio centro de cuidados paliativos, tal y como reveló Josee Gagnon, director de la organización benéfica canadiense L'Avant que recoge The Washington Post.
A pesar de que solo llegó a la mitad de la película de tres horas, significó mucho para él. Más tarde, Gagnon reflexionó que ver a tanta gente reunirse para cumplir su último deseo hizo que todo valiera la pena, a pesar de que falleció unos días después. “Este hombre, que había tenido un comienzo de vida muy difícil, vio a personas muy importantes movilizarse para cumplir su voluntad final”, señaló. “El director y su mujer estaban muy conmovidos por el testamento moribundo de este hombre. Me dijeron que Él es precisamente para lo que se hacen las películas”, añadió Gagnon.