¿Cómo llegó la vida a la Tierra? Es una de las grandes preguntas de los científicos. Mientras miramos a Marte y se descubren exoplanetas fuera del Sistema Solar, muchos expertos intentan buscar por todo el universo cualquier pista o indicio que ayuden a comprender cómo se originó la vida o, al menos, a reforzar las teorías que se barajan para entender el origen de la vida. Ahora, un grupo de científicos ha demostrado que en los llamados hielos interestelares se pueden formar compuestos simples presentes en los seres vivos, devolviendo a primera línea una vieja teoría: ¿pudo la vida tener un origen extraterrestre?
Un grupo de científicos en Hawai asegura que la vida pudo originarse a través del impacto de unos meteoritos llenos de 'ingredientes esenciales' procedentes del espacio profundo
El origen de la vida en la Tierra pudo venir de fuera de la misma. Un equipo de astroquímicos con base en Hawai ha publicado un importante artículo en ACS Central Science, afirmando que uno de los ingredientes básicos de la vida, el ácido carbámico, es decir, una molécula que combina carbono, oxígeno y nitrógeno, puede llegar a sintetizarse en unos gránulos de hielo presentes todas las partes del universo.
El análisis corrobora lo que otro equipo de investigación afincado en Japón presentó hace unas semanas, indicando el hallazgo de uracilo, una de las cuatro nucleobases del ácido ribonucléico, en un asteroide.
Muchos han tomado este anuncio como la prueba mas fehaciente de que la vida se originó fuera de la Tierra y llegó a nuestro planeta con el impacto o el paso de cometas, meteoritos y asteroides. Básicamente, la llamada teoría de la panspermia se hace más tangible con el paso del tiempo pese a que es una de las más controvertidas, rebatidas y criticadas por lo insólito de la misma. Pero hay grandes detractores. Científicos afirman que lo logrado, merecedor de un vistazo, no es más que una prueba de laboratorio recreando las condiciones para la vida -temperaturas bajas, vacío y otros parámetros- que intenta poner en valor los avances vistos en la química interestelar en los últimos años. De hecho, la panspermia no es algo nuevo, pese a que la comunidad científica la toma con reticencia cada vez que vuelve a hacerse fuerte tras un nuevo hallazgo o descubrimiento que la refuerza. Lo que sí es cierto es que, teorías a un lado, se sabe que las moléculas primordiales para la vida viajan en meteoritos de un lado a otro. Son agentes de cambio, no la vida en sí misma.
Aunque la formación de la Tierra fue traumática y bastante movida, con eventos geológicos a gran escala y el constante impacto de cuerpos celestes procedentes de fuera del Sistema Solar. Pese a ello, no quiere decir que la vida se originase fuera por culpa del impacto de los asteroides: más bien contribuyeron a formarla con ingredientes esenciales como los aminoácidos en los océanos. De momento, señalan otros expertos, nadie ha encontrado proteínas ni otras moléculas más complejas. En estos momentos, la comunidad científicos se debaten en dos teorías principales para explicar el origen de la vida en la Tierra. Por un lado existe la teoría de las llamadas fuentes termales submarinas, en la que se investiga el papel fundamental de la química asociada a ciertos elementos existentes en la profundidad marina.
Sin embargo, la más extendida es la referente a la llamada sopa prebiótica, que dice que la vida pudo surgir en la Tierra en determinadas extensiones de agua, como lagos, charcas y otros lugares sumergidos, con la intervención de la química, la radiación y otras fuentes de energía externas, como el posible impacto de cuerpos celestes. Sea como sea, sigue siendo un misterio. Como la creación del propio universo.
