Lo que está pasando en Open AI llegará en algún momento a ser un documental sobre situaciones alucinantes en empresas tecnológicas. Después del despido de Sam Altman, director ejecutivo de la compañía, estuviera a punto de irse con la competencia, la agencia Reuters se ha hecho eco de una supuesta carta enviada días antes del despido y en la que algunos investigadores informaban de un "hallazgo" que podría suponer una amenaza para la humanidad al avanzar en el proyecto Q*, que busca la singularidad o inteligencia artificial general.
Un avance en IA que podría ser una amenaza para la humanidad
La cadena de eventos habría sido la siguiente: en un momento indeterminado de las últimas semanas o meses, el equipo habría hecho un avance importantísimo en la búsqueda del desarrollo de la IA. Sin embargo, este avance, del que no se han dado más detalles, pero se sospecha podría ser algo clave en el desarrollo de una "superinteligencia" y en dirección a la singularidad. En algún momento entre ese hallazgo y antes del despido, un grupo de investigadores de la compañía habría enviado una carta a la junta directiva advirtiendo de un descubrimiento que podría suponer una amenaza para la raza humana. Puede que incluso más que las terribles composiciones vía IA que actualmente inundan la red.
Se trataría, según lo que se puede deducir, de un avance en el proyecto Q* (Q-Star), que tiene como objetivo crear una inteligencia artificial general. Este tipo de inteligencia no necesitaría de humanos para nada y, por consiguiente, resultaría un evidente riesgo potencial para el ser humano.
Justo después de recibirse la carta, Altman, en una conferencia, haría referencia a que hace "escasas semanas" habría estado presente en uno de esos "momentos en los que se retira el velo de la ignorancia", referenciando de nuevo ese hipotético gran descubrimiento que marcaría un antes y un después. Altman fue despedido al día siguiente de hacerse estas declaraciones, aduciéndose entre otros motivos que, en ocasiones, publicitaba avances antes de lo debido, pudiendo generar unas expectativas que la compañía no podría cumplir.
¿Cuál fue el descubrimiento? No tenemos manera de saberlo, pero que gente que trabaja en el propio proyecto se muestre asustada indica que no sería algo como evitar faltas de respeto en juegos online, sino algo capaz de destruir vidas.
Por el momento lo que es seguro es que Altman ha regresado a Open AI después de que cientos de trabajadores se pusieran de su parte. Si los investigadores y trabajadores de la empresa están a favor de su regreso, es evidente que los avances que se están llevando a cabo serán, sin duda, vanguardistas y rompedores.
