La segunda estrella más brillante de la constelación de Orión, nuestra querida vecina Betelgeuse, va a convertirse en supernova mucho antes de lo que estaba previsto. La también conocida como 'supergigante roja' se prepara para su inminente explosión después de haber agotado el hidrógeno de su región central. En otras palabras, Betelgeuse se muere y pronto aparecerá en el cielo nocturno a modo de explosión. Coronando la constelación de Orión, el colapso de la estrella se espera pronto, según un estudio llevado a cabo por los astrónomos de la Universidad Tohoku, en Japón, aunque todavía no hay fecha exacta determinada.
Los astrónomos de Tohoku concluyen en que la explosión de Betelgeuse será pronto, pero no dan fecha exacta al fenómeno que está por llegar
Cuando una estrella del calibre de Betelgeuse se queda sin consumibles para su núcleo, pasa a colapsar bajo su propia gravedad y se convierte en lo que conocemos como supernova, que viene a ser "una explosión estelar que puede manifestarse de forma muy notable en el espacio, incluso a simple vista, en lugares de la esfera celeste donde antes no se había detectado nada en particular", según su definición oficial.
Cada supernova puede ser diferente, por lo que se desconoce la gravedad que tendrá la explosión de Betelgeuse cuando le llegue la hora. Aunque el estudio ha determinado que ese suceso va a llevarse a cabo pronto, todavía no hay fecha exacta, y en términos de astronomía ese "pronto" puede traducirse en décadas e incluso miles de años.
Betelgeuse está situada a unos 800 años luz de distancia, y se estimaba que no estallaría hasta dentro de, por lo menos, 100.000 años. Los cálculos se basaban en el periodo de oscilación de la estrella, que es de 420 días (en ese tiempo, se infla ligeramente y se desinfla), pero eso ha cambiado. El astrónomo Hideyuki Saio, de la Universidad Tohoku en Japón, ha concluido que el período de Betelgeuse era erróneo: la oscilación principal sería de 2.200 días, lo que por consiguiente significa que el diámetro de Betelgeuse superaría en 1200 veces al diámetro del Sol. Su tamaño sería muchísimo más grande del que se creía y, por consiguiente, eso significa que su final también sería más próximo. Se cree que en un máximo de 1000 años, Betelgeuse debería estallar debido a la falta de combustibles, aunque por supuesto todo esto puede variar.