Christopher Nolan tiene en Oppenheimer, el épico thriller rodado en IMAX, su mayor desafío. Hablamos de la película afianzada en la paradoja de un enigmático hombre que deberá arriesgarse a destruir el mundo para salvarlo. La cinta, que ha contado con un entregado Cillian Murphy en el papel de J. Robert Oppenheimer y con Emily Blunt interpretando a su esposa, la bióloga y botánica Katherine Oppenheimer, llegará a los cines el próximo 20 de julio con una promesa por parte de Nolan: jamás hemos visto nada igual en una sala.
Creación y destrucción: así se hizo Oppenheimer, el nuevo filme de Christopher Nolan
Cillian Murphy y Emily Blunt no estarán solos en el filme de Nolan, que vuelve al cine tras Tenet. El ganador de un Oscar Matt Damon se convierte en el general Leslie Groves Jr., director del Proyecto Manhattan, y Robert Downey Jr. -que ha repasado sus mejores papeles- da vida a Lewis Strauss, un miembro fundador de la Comisión de Energía Atómica de los Estados Unidos. La película está basada en el libro ganador del Premio Pulitzer Prometeo americano: El triunfo y la tragedia de J. Robert Oppenheimer, de Kai Bird y el difunto Martin J. Sherwin, contándonos la historia de la creación de la primera bomba atómica, el final de la Segunda Guerra Mundial y el nuevo mundo que se forjó en el aquel distante y remoto desierto de Los Álamos.
No había mejor director que Christopher Nolan para un proyecto así. La filmografía de Nolan, con títulos como la citada Tenet, Dunkerque, Interstellar, Origen y la trilogía El caballero oscuro, es una de las que hacen historia en el cine, recaudado más de 5000 millones de dólares en taquilla en todo el mundo, cosechando 11 Óscar y 36 nominaciones de la Academia, entre ellas dos a Mejor Película. Obsesionado con los detalles, Oppenheimer está filmada con una combinación de cámaras IMAX de 65mm y película cinematográfica de 65 mm de gran formato, e incluye, por primera vez en la historia, imágenes analógicas IMAX en blanco y negro. "Sabíamos que esta película tenía que ser algo sin parangón", comentaba el realizador hace unas semanas. "Creo que recrear la prueba Trinity, la primera detonación de un arma nuclear, en Nuevo México, sin el uso de efectos especiales por ordenador fue un gran desafío", remarcaba el director sobre cómo materializó el hongo de la primera explosión nuclear en el celuloide con la casi total ausencia de efectos digitales en estas escenas.
"Ahora mismo somos capaces de hacer cosas con la imagen que antes solo éramos capaces de reproducir con el sonido, en términos de conseguir una experiencia casi física a la hora de ver la película en los cines", apuntala. No obstante, las películas de Christopher Nolan han transgredido los límites de la narración cinematográfica para contar historias épicas sobre héroes insólitos y audaces tramas que examinan la necesidad, la moralidad y la soberbia del esfuerzo ambicioso. La rompedora y exitosa Origen sumergió al público en los espacios más intrínsecos de los sueños de la mente, mientras que la espectacular odisea espacial de Interstellar nos embarcó en un psicodélico viaje a los límites externos y los remolinos infinitos del universo.
Con Dunkerque, Nolan desplegó múltiples perspectivas y momentos para capturar la desgarradora experiencia de unos soldados tratando de sobrevivir a los letales y deshumanizadores horrores de la guerra, y, con Tenet, iluminó y manipuló los conceptos de la perspectiva y el tiempo para crear un thriller de ciencia ficción metafísico sobre un presente atacado por el futuro. Todas y cada una de sus películas, han sido creadas por la pasión de un cineasta con pasión por el cine como medio y vehículo para contar historias, así como por un artesano con una asombrosa pasión por las técnicas clásicas del proceso de creación del cine, sin dejar por ello de expandir los límites de nuevas herramientas, en especial las cámaras IMAX, para reinventar el mismísimo arte del cine.
Con Oppenheimer, el guionista y director nominado al Oscar lleva a la gran pantalla su proyecto más ambicioso y urgente hasta la fecha -y lo dice él mismo-, un arrasador y épico thriller que explora lo más profundo de la psique de un único ciudadano norteamericano: el brillante científico responsable del invento más destructivo del mundo que representó la suma total del ingenio humano; un invento que supondría un punto y aparte para la civilización, al amenazar con su mera existencia el futuro de la humanidad. "Mi intención era transportar al público a la mente y la experiencia de una persona que ocupó el centro absoluto del mundo durante el momento de cambio de mayor envergadura de la historia", dice Nolan. "Nos guste o no, J. Robert Oppenheimer es la persona más importante que jamás haya vivido. Convirtió el mundo en el que vivimos en lo que es ahora, para bien o para mal. Y su historia hay que verla para creerla", admite.
Nolan, defensor de la experiencia cinematográfica, tocará un tema controvertido: la creación de la bomba atómica, un triunfo del ingenio humano que permitió descubrir cosas que han supuesto la semilla de innovaciones en incontables ámbitos de la ciencia y la tecnología. Pero también entra la paradoja, esa dualidad insondable tan propia de los filmes de Nolan. La creación también supuso el inicio de una carrera armamentística que ha tenido ramificaciones sísmicas y destructivas para todo el mundo, introduciendo un nuevo miedo existencial que no ha desaparecido en las vidas de gente de todo el mundo.
Es por eso que Oppenheimer es un filme complejo de abordar y el mayor proyecto, titánico en cierta forma, que ha desarrollado jamás Christopher Nolan. El director quiso representar el miedo que perturbó a los científicos del Proyecto Manhattan mientras investigaban los secretos de la fisión para crear una bomba de fusión, un miedo que Oppenheimer apodaba "la terrible posibilidad", la de la destrucción absoluta de toda la creación. "En los momentos precedentes a la prueba Trinity, Oppeheimer y su equipo estuvieron lidiando con la remota posibilidad de que, cuando apretaran aquel botón y detonaran esa primera bomba, incendiarían la atmósfera y destruirían todo el planeta. No había ninguna base matemática ni teórica que les permitiera descartar totalmente esa posibilidad, por pequeña que fuera. Y, pese a todo, decidieron pulsar el botón", explica Nolan.
Un Nolan que, tras trabajar con Warner durante años, se lanza a colaborar con Universal por primera vez. Hablamos de una misión creativa que guarda ciertas similitudes con la del propio Proyecto Manhattan. Un grupo de creadores con talento extraordinario al mando de un singular director, decidió aislarse de todo para producir un gran trabajo y un gran proyecto que emplearía y pondría a prueba sus enormes capacidades. Y pronto veremos los resultados.
Oppenheimer se estrenará en cines el próximo 20 de julio.
