James Cameron tenía claro cómo debía ser la secuela de Terminator, su cinta de ciencia ficción en la que un robot viajaba al pasado para matar al líder de la resistencia contra las máquinas antes de que naciera. Retorciendo ese concepto, escribió el guion de una segunda parte que acabó convirtiéndose en el ejemplo de secuela más recurrente junto al de Aliens: El regreso, filme que también firmó. Pero Arnold Schwarzenegger se preguntaba si ese concepto iba a funcionar.
¿Qué sentido tenía hacer al Terminator un aliado de los humanos? ¿Por qué apenas mataba gente? Su papel pasaba de villano a héroe, dejando que el T-1000 que interpretó Robert Patrick se llevase toda gloria como malvado enviado por Skynet para asesinar a John Connor. Ahora, el actor y exgobernador de California, junto al propio Cameron, charlan con The Ringer sobre sus primeras impresiones con Terminator 2: El juicio final en el 30º aniversario de su estreno.
Schwarzenegger no lo veía claro: detestaba el guion
James Cameron estuvo charlando con Schwarzenegger durante varios meses sobre el proyecto. El actor no lo entendía. ¿Cómo iba a ser su papel icónico rebajado hasta tal punto de convertirlo en un héroe noble y no un asesino cibernético con ganas de liquidar a la humanidad? El protagonista de Conan se mostró muy desconcertado e inquieto, y estuvo dándole vueltas. "Me di cuenta de que había algo que le molestaba. En ese momento ya éramos colegas. Después de rodar Terminator íbamos juntos en moto. Y me dijo: 'Jim, tengo un gran problema con el guion'", recuerda Cameron en su charla con el citado medio. "A lo que yo le pregunté, 'Bien, ¿y qué es?’ Y respondió: 'no mato a nadie’. Le dije: ‘lo sé. Nunca lo verán venir. Nadie lo adivinará’. Y me respondió, ‘lo sé, pero una cosa es la sorpresa. Otra es que no mate a nadie siendo Terminator’", recuerda entre risas el director.
Aquella charla en Cannes fue el punto de inflexión dentro de la gestación de Terminator 2. La secuela iba a presentar a un Terminator que protegería a John Connor y otro que intentaría matarlo. Pero nadie pensaría en que el policía era el malo y el que luce la chaqueta de cuero y lió un buen berenjenal en la anterior peli, el héroe. Schwarzenegger seguía sin verlo. "Lo sé, puede que funcione, pero todo el mundo sabe que yo pateo la puerta y disparo a todo el mundo. Eso es lo que hago", replicaba el actor al realizador. Pero lo que Schwarzenegger no sabía es que su rol en la secuela de la cinta de ciencia ficción acabaría convirtiéndose en uno de sus roles más icónico.
El blockbuster recaudó más de 519 millones de dólares, fue un auténtico éxito y acabó derivando en cómics, juguetes, videojuegos y cortos especiales en 3D. Con cada reestreno, versión en DVD o Blu-ray o pase por televisión, se convierte en la película más vista y aplaudida. Acabó convirtiéndose en la quinta película más taquillera de la historia hasta ese momento y marcaría el inicio del cine comercial moderno en Hollywood. Arnold volvió por la puerta grande. La saga ahora está, literalmente, terminada. Tras varios fracasos en taquilla, los productores intentan darle un giro y buscar un mañana para los robots de Skynet. Lo último que sabemos es que estará enfocada al terror.
