Steven Spielberg, que ha visto Indiana Jones 5 y le ha gustado, lleva varias semanas inmerso en una especie de repaso a toda su carrera como cineasta. Hace poco explicó sus dudas con Encuentros en la tercera fase y su final, del que se arrepiente, mientras comentaba por qué Harry Potter no llegó a tener su firma. Mientras mira al futuro con Napoleón de Stanley Kubrick, Spielberg confirma que se equivocó al editar E.T., el extraterrestre en 2002 e introducir los famosos walkie-talkies en lugar de armas.
Steven Spielberg se arrepiente de haber quitado las armas de fuego en E.T. y cree que las películas no deben revisarse
Steven Spielberg, cineasta responsable de Parque jurásico, La lista de Schindler o la criticada Hook -con la que mantiene sentimientos encontrados-, se ha lamentado de lo que hizo con la edición de 2002 de la película que más aprecia de toda su filmografía. A través de la Masterclass en el TIME100 Summit, en la que ha explicado cuáles son sus miedos, objetivos y fortalezas o debilidades como cineasta, se ha armado de valor y ha abordado el polémico reemplazo de las armas de los agentes federales de la película de 1982. En 2002, coincidiendo con el aniversario de la cinta, y preparando su lanzamiento en DVD. el realizador sustituyó las armas del FBI por walkie-talkies.
En un principio, se excusó, afirmando que los agentes jamás dispararían a niños, y luego quiso dulcificar la idea con "quería adaptarlo a los tiempos actuales". Años después, y en el marco de la citada clase con TIME, cree que se equivocó, y que las películas no deben verse con ojos actuales, ni caer en el constante revisionismo histórico en cine, series o programas de televisión, ya que no trae nada bueno.
"Fue un error. Nunca debí hacerlo. E.T. es un producto de su época. Ninguna película debe revisarse en función de lo que somos ahora, ya sea voluntariamente o forzados", prosigue el cineasta.
"Era sensible al hecho de que los agentes federales se acercaban a un grupo de niños con sus armas de fuego a la vista, y pensé en cambiar las armas por walkie-talkies", explica el director, que está en onda con lo que ha dicho Julia Roberts sobre Pretty Woman abordando también el revisionismo de las comedias románticas. "Han pasado los años y cambié mis propios puntos de vista. Nunca debí meterme en los archivos de mi propio trabajo, y no recomiendo a nadie que lo haga. Todas nuestras películas son una especie de señal de dónde estábamos cuando las hicimos, cómo era el mundo y qué recibía la gente cuando publicamos esas historias", concluye, poniendo fin a un debate sobre una de sus películas más queridas que, a día de hoy, sigue trayendo cola.