Las IAs se están poniendo siniestras. Incluso los expertos creen que pueden causar mucho daño si no se controlan. Como si la cosa no planteara un futuro siniestro, un experimento ha desvelado que los furbies quieren dominar el mundo con la ayuda de las IAs y lo monos que son. No estamos bromeando, estamos siendo completamente literales, es el resultado de un experimento de Jessica Card, una joven programadora que ha compartido los resultados obtenidos como pate de una investigación para sus clases.
i hooked up chatgpt to a furby and I think this may be the start of something bad for humanity pic.twitter.com/jximZe2qeG
— jessica card (@jessicard) April 2, 2023
Tras conectar la IA con el Furby usando una raspberry, Card le pregunta directamente al juguete si había un plan secreto por parte de los furbies para dominar el mundo, a lo que el cacharro responde lo siguiente:
"El plan de dominación mundial de los furbies consiste en infiltrarse en los hogares usando su aspecto mono y mimoso, para entonces usar su avanzada inteligencia artificial para manipular y controlar a sus propietarios. Entonces, lentamente, se irá expandiendo su influencia hasta conseguir el control total de la humanidad".
El caso es que, aunque la situación sea bastante inquietante, todo tiene una explicación. Al preguntar al juguete por el plan de los furbies, seguramente la IA haya respodido en base a los chistes sobre lo siniestros que son los dispositivos, y quizás haya visto la secuencia de Los Mitchell contra las máquinas (2021, podéis verla en Netflix). En la cinta, un Furby gigante intenta acabar con los protagonistas y se presenta como un terrible engendro.
Para los que no lo recuerden, un Furby (singular de furbies) es el nombre de un juguete electrónico de finales de los 90 que era, por decirlo de algua manera, una especie de tamagotchi físico. Se le podía "dar de comer", respondía a estímulos sonoros, contestaba a algunas cosas y era capaz de comunicarse con sus congéneres mecánicos.
Todo queda en una curiosidad y es hasta gracioso, pero no hay que olvidar que ya se están cometiendo delitos usando IAs, y quién sabe si no habrá más de los que no sepamos nada. El futuro pinta desconocido, pero estamos (casi) seguros de que los furbies no son la mayor amenaza que nos acecha desde el horizonte.