El reciente éxito de Brendan Fraser con su papel protagonista en La ballena de Darren Aronosfsky ha servido para que el artista desvele todo tipo de secretos acerca de proyectos míticos de su carrera, como George de la Jungla o, en este caso, La Momia. En el pasado, Fraser ya aseguró que estaría encantado de volver a la saga que le catapultó al estrellato y lo convirtió en una figura vital en el género de acción y aventuras de finales de los 90 y principios de los 2000. Sin embargo, es curioso que quiera regresar teniendo en cuenta que por poco muere durante el rodaje de la primera película. Es bien sabido que Fraser no usaba dobles por aquel entonces, lo que facilitaba las posibles lesiones que podía sufrir en secuencias de riesgo. En la escena inicial de ahorcamiento de la primera La Momia, por poco muere.
La escena de ejecución de Rick O'Connell fue muy peligrosa de rodar
"Fui ahogado accidentalmente en la secuencia del ahorcamiento", explicaba el actor en el último programa de The Kelly Clarkson Show. "Estaba quieto de puntillas con la cuerda alrededor de mi cuello, y solo tocaba [de pies] hasta cierto punto. Y el director, Stephen Sommers, vino corriendo y medijo: 'Oye, realmente no parece te estás, ya sabes, asfixiando, ¿puedes hacerlo?', Y yo estaba como: 'Está bien, está bien'. Así que pensé: 'Una toma más, hombre'". El punto de apoyo que tenía Fraser era una especie de impedimento, puesto que hacían que el actor tuviera demasiada seguridad a la hora de interpretar un ahogamiento. "La cámara se abalanzó y yo me puse de puntillas, y el tipo que sostenía la cuerda por encima de mí, tiró de ella un poco más y me quedé atascado", continuaba el actor.
"No tenía a dónde ir más que hacia abajo, y él estaba subiendo y yo bajando. Lo siguiente que supe fue que mi codo estaba en mi oído, el mundo estaba de lado, había grava en mis dientes y todos estaban realmente callados". Después de esa escena de ahogamiento entré en el club de Mel Gibson en Braveheart. La cantidad de escenas de riesgo que Fraser protagonizó le sirvieron para que, poco a poco, perdiera movilidad: "Me hice un poco de daño después de años de hacer mis propias acrobacias y necesitaba una reparación quirúrgica en la columna vertebral y las bisagras de la rodilla". Para La Momia 3, era "como un gladiador con cinta muscular y bolsas de hielo, atándose este exoesqueleto tipo Transformer solo para entrar en escena".
