La casa del dragón ha sido todo un éxito en HBO Max, arrasando en audiencia y congregando a millones de espectadores alrededor de esta historia de luchas intestinas de la Casa Targaryen en un Poniente anterior al de Juego de tronos. Mientras muchos alaban su diseño de producción y sus detalles respecto a la novela Fuego y sangre de George R.R. Martin, otros señalan la disminución de la violencia sexual presente en la anterior serie de la cadena. Emily Carey, que encarna a la joven Alicent Hightower en la producción, afirma que estaba asustada de la violencia sexual contra las mujeres en la adaptación y tenía miedo de rodar escenas como las que se vieron en la serie original (vía Variety).
La casa del dragón ha cambiado la manera en la que se filma el sexo en la serie
En el último capítulo de La casa del dragón tenemos secuencias íntimas muy complejas para la actriz. Una en la que Alicent baña a su esposo, el mucho mayor que ella Rey Viserys (Paddy Considine), y otra en la que tiene sexo con él. En ambas, se ha intentado reflejar la incomodidad de la reina de Poniente. La actriz afirma que, cuando leyó los guiones apenas tenía 17 años, y que cuando los filmó, 18.
En todo momento estuvo asustada. "Básicamente porque en ese momento todavía no había conocido a Paddy, no sabía cómo de divertido era y cómo de fácil iba a hacer la escena, y todo lo que vi en ese momento fue, ya sabes, un hombre de 47 años y yo. Estaba un poco preocupada", explica. Emily Carey agradece la aparición de los coordinadores de intimidad.
"Tener esa ayuda del coordinador de intimidad, poder hablar de todo y no ser rechazada, o no sentirse incómoda al preguntar cosas, ayudó mucho, y todo fue un diálogo abierto", ha comentado Carey a Newsweek. "En la sala de ensayo fue de gran ayuda, y en el set fue de gran ayuda. Sí, fue mucho más fácil de lo que pensé que iba a ser", prosigue, afirmando que cuando vio Juego de tronos antes de rodar la serie, se quedó asombrada con la gran cantidad de sexo violento que había en la producción original. "Hay mucha violencia contra las mujeres, incluso en el primer episodio de la primera temporada. Había mucho sexo violento y me puse nerviosa. Estaba un poco como 'Oh Dios, ¿qué voy a tener que hacer en esta serie?'", arroja.
Carey cree que todo ha sido una gran labor por parte de la producción, y ha elogiado a los showrunners Ryan Condal y Miguel Sapochnik por tener una "conversación abierta" y hacer que el reparto "se sintiera increíblemente seguro" en sus respectivas escenas. "Cuando llegamos a la sala de ensayo, sin importar quién estaba en qué escenas, siempre hubo un diálogo abierto sobre, ‘Mira, así es como queremos enfocar esta serie. Así es como va a ser diferente del original. Esto es de lo que queremos hablar. Esto es lo que queremos mostrar. Así es como queremos que los espectadores vean a las mujeres en nuestro programa'”, argumenta Carey, que piensa que la aparición de mujeres en la producción como las directoras Clare Kilner y Sara Hess, guionista, ayudaron mucho a cambiar el enfoque.
"Fue algo increíble, fue empoderador estar en ese set cuando era una niña y recibir el mismo trato que todos estos hombres de grandes carreras. Fue genial, creo que abordaron esto de la mejor manera que pudieron haberlo hecho", concluye.
La casa del dragón se emite en exclusiva en HBO Max.