Dragon Ball tiene muchos más matices de los que se perciben a simple vista. La obra de Akira Toriyama está repleta de detalles que enriquecen mucho más su lenguaje y hace que su historia se sienta más completa. En este caso, Toriyama ha querido destacar por qué usa una paleta de colores tan variada con respecto a sus personajes. Los villanos, por ejemplo, se caracterizan por tener unos colores muy llamativos y distintos: Freezer, Cell o Majin Boo son ejemplos de ello, usando el blanco y el morado, el verde y el rosa como motivo visual principal. Esa idea tan llamativa se llevó a cabo con el anime, debido a que el manga se publicaba y se publica en blanco y negro.
La paleta de colores es muy importante dentro de Dragon Ball
"La razón principal por la que hay tantos colores extraños, como en el caso de Piccolo, Freezer, Cell, o Boo es porque esta variedad de colores hace más fácil comprender sus diferencias individuales", explicaba Toriyama para Dragon Ball Chōgashū: Super Art Collection. Es decir, que cada uno de esos colores ayuda a identificar mejor cómo es cada uno de esos personajes.
Boo está relacionado con el color rosa, que a su vez se asocia al chicle, y la elasticidad es una de las principales características del villano. Cell, por ejemplo, se relaciona más con insectos debido a su capacidad de absorción y el aspecto de sus primeras formas, de ahí que posea el verde.
En Dragon Ball hay muchísimos personajes, y es por ello por lo que Toriyama optó por darles un toque visual único que permitiera diferenciarlos de forma más sencilla. Al mismo tiempo, esos colores también sirven para diferenciar a las diferentes especies y que el espectador pueda identificar mejor dónde corresponde cada personaje. Eso además también se traslada a la indumentaria. El color de la ropa de entrenamiento de Goku o Krillin tampoco son casuales: "Para los colores del dōgi, el motivo está en el color de las túnicas de los monjes chinos. Siempre estuve un poco insatisfecho con que se volviera rojo en el anime".