Es el cuento de nunca acabar. Tras anunciar que compraba Twitter por 44.000 millones de dólares, Elon Musk se echó para atrás en el último momento. No llegó a suspender la compra, pero sí la mantuvo en pausa. ¿El motivo? El responsable de Tesla y SpaceX cree que hay muchos bots y spam, y que eso oculta los datos de tráfico reales de la red social y el valor de la compañía en el mercado. Lógicamente, el valor de Twitter se ha desplomado en bolsa y ahora afirman desde Variety que hasta que no se aclare ese asunto, no habrá compra final.
El multimillonario exige pruebas de que en Twitter no hay tantos usuarios falsos y spam como él cree
Las exigencias de Elon Musk son claras. El multimillonario exige pruebas contundentes que respalden la afirmación de la red social de que menos del 5% de sus usuarios activos son cuentas falsas o bots de spam.
Desde Twitter se han enfadado por las acusaciones públicas de Musk, pero el empresario ha dicho que el acuerdo no puede "avanzar" hasta que desde la empresa le expliquen el tráfico real, el número de usuarios verdadero y la influencia de estos en la plataforma. Sin citar ninguna prueba para su afirmación, Musk tuiteó que la base de usuarios de Twitter podría representar al menos un "90% de cuentas falsas/spam".
El consejero delegado de Twitter, Parag Agrawal, respondió a Musk sobre las cuentas falsas/spam, afirmando que en la red social del pájaro azul han comprobado que dichas cifras son exageradas, pero que no se pueden contrastar debido al respeto por la privacidad de los usuarios. "Desafortunadamente, no creemos que esta estimación específica se pueda realizar externamente, dado que no podemos compartir información privada", explicaba el CEO. Musk no se lo ha tomado demasiado bien. "Mi oferta se basó en que las presentaciones de la SEC de Twitter eran precisas. Ayer, el consejero delegado de Twitter se negó públicamente a mostrar pruebas de que existían menos de 5% de cuentas de spam. Este acuerdo no puede avanzar hasta que él lo haga" tuiteó Musk durante la madrugada del martes.
Mientras las pruebas de Twitter llegan al escritorio de Elon Musk, las acciones de la empresa siguen desplomándose. En estos momentos cotizaban a un 37,43 dólares por acción, un 31 % por debajo del precio de oferta de 54,20 dólares por acción que hizo el millonario hace unas semanas. Ahora mismo, los inversores presionan a la ejecutiva de la red social para que se cumplan los deseos del sudafricano, que acarrea una serie de episodios polémicos en los últimos años tras haber sido acusado de manipular el mercado de las criptomonedas. Algunos creen que esta opereta es un nuevo capítulo en estas tácticas de cara a bajar el precio de compra de Twitter a una cifra mucho menor a los anteriores 44.000 ofertados por Musk.
"Lo que me dicen ahora mismo es que no hay forma de saber la cantidad exacta de bots en Twitter", comentaba el consejero delegado de Tesla en una conferencia dada en Miami. Si bien mantiene su intención de comprar la herramienta de cara a garantizar la libertad de expresión en el futuro, cree que hay que derrotar a los bots de spam y las cuentas falsas. Si lo logra, ha afirmado que autentificará con algoritmos a todos los usuarios humanos reales para que disfruten de una app mucho más real, auténtica, limpia y sin manipulaciones e injerencias corporativas. Y ya tiene algunas ideas al respecto.
