Varios líderes empresariales en el campo de la inteligencia artificial o la robótica, entre ellos el fundador de Tesla, Elon Musk, han firmado una carta dirigida a las Naciones Unidas pidiendo la prohibición (preventiva) de las armas autónomas. En resumidas cuentas, quieren evitar que, con los avances de la robótica y la inteligencia artificial, acabe habiendo robots combatiendo en nombre de países.
"Una tercera revolución en la guerra"
En la petición, los firmantes explican que permitir la creación de entidades autónomas sería "una tercera revolución en la guerra", equivalente a la invención de la pólvora y las armas nucleares. Consideran que estas armas podrían causar el terror, ser usadas contra inocentes y ser hackeadas para asumir su control.
Los firmantes ven en el uso de drones por parte de diferentes países occidentales (principalmente Estados Unidos) como el preámbulo de este tipo de guerra. El único país que tiene armas autónomas es por ahora Corea del Sur, que tiene torretas automáticas en sus fronteras con su vecina Corea del Norte, pero que necesitan autorización para emplear la fuerza letal.