El Hombre del Norte ha funcionado bastante bien en la taquilla de nuestro país, aunque ha pinchado un poco a nivel global. Y es que cada vez cuesta más colar productos que nazcan de ideas esporádicas e independientes, como se ha hecho siempre, debido al gran impacto que están teniendo las franquicias y sagas, sobre todo las de terror y las de superhéroes (y eso que se modificaron diálogos de la película para ser más comercial). En el largometraje podemos disfrutar de una forma física excelente de Alexander Skarsgard, quien siguió una dura rutina y entrenamiento para poder tener un look auténtico de vikingo brutal. Pero Eggers quería mostrar más que el torso de algunos personajes.
En una reciente entrevista publicada en Letterbox, el cineasta se ha sincerado y ha explicado que le hubiera encantado poder mostrar más penes en pantalla, pero que por desgracia no pudo hacerlo. "Otra película en la que quería penes y no lo conseguí".
Por norma general, mostrar el sexo masculino en el apartado cinematográfico siempre ha sido como un imposible para muchos directores, y Eggers ha tenido que pasar por el aro quedándose con las ganas de poder plasmar de forma aún más veraz la salvaje era vikinga.
Genitales recreados por CGI, eso sí
Recordad que Eggers tuvo que representar algunos genitales mediante CGI para evitar lesiones durante escenas de acción. Skarsgard, con respecto a este tema, explicó que nunca ha entendido por qué no se puede mostrar la desnudez sin problemas en pantalla pero no hay inconveniente en ver cómo se corta una cabeza. "En nuestra sociedad puritana, es más fácil retratar la violencia en la pantalla que la desnudez, lo que encuentro bastante extraño. Entonces puedes matar y cortar cabezas a diestra y siniestra, pero no puedes mostrar ninguna desnudez".
El Hombre del Norte es una historia de venganza que ha calado de maravilla en crítica y que permite al cineasta de El faro poder salirse de su zona de confort habitual, explorando temáticas alejadas del terror y del cine de género para ahondar más en una narrativa de corte histórico. La interpretación de Skarsgard está realmente bien, pero otras como la de Anya Taylor-Joy tampoco se quedan nada cortas.