Warner Bros. ya lo sabía. Animales fantásticos, prevista como un fracaso de taquilla por la major, ha confirmado los peores pronósticos dentro del estudio. Si bien ha funcionado en algunos territorios, Animales fantásticos: Los secretos de Dumbledore, ha decepcionado a la crítica y al público. Ahora, con los números en la mano luego del estreno del filme en Estados Unidos, se confirman los peores temores: es el peor estreno de la saga Harry Potter y pone en duda el futuro de la licencia.
Una concatenación de factores ha llevado a la cinta a no despegar en taquilla
Tras la salida de Johnny Depp del proyecto -y la sustitución de Mads Mikkelsen-, la división del fandom alrededor de la creadora de la saga, J.K. Rowling y las detenciones constantes de Ezra Miller, que en Animales fantásticos da vida a Credence, esta secuela no lo tenía fácil.
La anterior película, Los crímenes de Grindelwald, tuvo la peor taquilla de la saga Harry Potter, unos 650 millones de dólares, una cifra decepcionante teniendo en cuenta las credenciales del Mundo Mágico en la taquilla. Los secretos de Dumbledore lleva unos 193 millones recaudados en todo el mundo, unos números sólidos para muchas producciones y blockbusters, pero exiguos y muy pobres para una cinta de esta categoría.
Como informan en Variety, y recogen en otros medios como BoxOfficeMojo, Los secretos de Dumbledore apenas ha recaudado 43 millones de dólares en Estados Unidos en su primer fin de semana en cartelera, un total que está muy por debajo de los 74 millones de la primera parte de esta subsaga o los 62 millones de la anterior película con Johnny Depp. En Warner son conscientes de que el público ha ido perdiendo el interés y saben que, por contexto y formas, el negocio del cine ha cambiado mucho durante la pandemia y el auge del coronavirus. Ya lo vimos con Ambulance de Michael Bay.
Muchos excusan los pobres resultados al COVID-19, si bien cintas como Sonic 2, la todopoderosa Spider-Man: No Way Home o Venom: Habrá matanza, discuten esta afirmación. Otro factor interesante a tener en cuenta, radica en el presupuesto. El filme de David Yates ha costado más de 200 millones de dólares -más promoción-, una cifra muy inflada y exagerada para una secuela de esta licencia, que ha sido el resultado de los rodajes de secuencia extra, de los retrasos en la fecha de estreno en cines y de los protocolos anti-COVID. Para añadir más leña al fuego, os recordamos que la cinta fue censurada en China, principal mercado cinematográfico del planeta, por las referencias homosexuales vistas en la trama. Y en China, en las últimas semanas, están viviendo un rebrote del coronavirus que está siendo reprimido con dureza por el gobierno, con cierres, confinamiento y la clausura de cines y centros comerciales.
¿Tendrá futuro Animales fantásticos en el cine? La saga tenía prevista cinco grandes películas de las que únicamente llevamos tres, por lo que, o en Warner hacen un truco increíble o intentan reducir sus planes. Ya el pasado verano se escucharon rumores al respecto.
