Cazafantasmas: Afterlife (con la coletilla de "Más allá" para nuestro país) no nació en sus inicios con espíritu de reboot, sino de secuela de las dos películas originales de 1984 y 1989, con la idea de hacer homenaje al reparto original de dichos largometrajes (Bill Murray, Harold Ramis, Dan Aykroyd y Ernie Hudson) para satisfacer así las peticiones de los espectadores de poder sentir de nuevo la fuerza de los clásicos Ghostbusters, enfundados en sus trajes grises con esos pequeños reactores nucleares a sus espaldas.
Jason Reitman, hijo del responsable de esas dos entregas originales de Cazafantasmas, Ivan Reitman, fue desde el principio el elegido para ser el director de esa Cazafantamas 3. El proyecto se iba a llevar en paralelo, y en secreto, al reboot de 2016 que Paul Feig estaba preparando con Melissa McCarthy, Kristen Wiig, Kate McKinnon y Leslie Jones. Solamente, y tal como ha indicado el director de Tully a un insider, había tres personas que conocían de la existencia de Afterlife, el nombre que iba a tener esa tercera entrega que funcionaba como secuela del metraje original.
Reitman no estaba cómodo con el proyecto
Sin embargo, aunque era una gran oportunidad para continuar con el legado de su padre, Reitman no estaba demasiado holgado para ponerse tras las cámaras de esa Cazafantasmas 3, que finalmente ha terminado convirtiéndose en algo totalmente diferente después del fracaso de la cinta de 2016 (funcionando ahora también como una especie de reboot para reiniciar la saga una vez más), porque se siente más como un reinicio que como una secuela, a pesar de que se siga el legado de los originales.
No porque no le interesase el proyecto, sino porque el hijo de Ivan Reitman quería estudiar a los Cazafantasmas desde otro tipo de perspectivas que le permitieran dejar su sello de autor más marcado. Y el largometraje de Feig fue el ejemplo perfecto para demostrar que los Cazafantasmas pueden ser mucho más que Bill Murray y compañía.
"Pensé que iba a ser este tipo independiente que hace películas de Sundance. Cuando Paul hizo su película, abrió las puertas. De repente, una película de Los Cazafantasmas no tenía que ser sobre esos cuatro tipos originales de Manhattan. Ese fue un gran momento".
Con el tiempo, Afterlife tomó mayor forma y Reitman consiguió que se le hiciera caso desde Sony, dándole luz verde para contar otro tipo de historia totalmente diferente con nuevos actores, mezclando lo nuevo con lo viejo (igual que se está haciendo con la serie de Dexter: New Blood o la quinta entrega de Scream).
Cazafantasmas: Más allá fue la bala en la recamara de Sony que, ahora, se estrenará en salas de cine el próximo 19 de noviembre, con la esperanza de poder funcionar mejor que el film de 2016 que hasta tenía a Chris Hemsworth en el reparto.
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