LG ha anunciado una nueva línea de productos Direct View LED (DVLED) dedicados al cine en casa, que van desde una televisión en alta definición de 108 pulgadas a un obscena y colosal pieza de 325 pulgadas con panel 8K que cuesta la friolera de 1,7 millones de dólares y cuyo peso asciende a los 900 kilos. Se trata de un sistema de lujo, rompedor y completamente avanzado, que permite disfrutar de la más alta calidad del fabricante.
Un sistema de cine en casa... Que casi no cabe en una
Estos tamaños de pantalla no son para todos los bolsillos ni para todas las casas. Es decir, son televisores tan grandes y aparatosos, que incluso aquellos que puedan permitirse su adquisición, tienen que buscar un sitio ideal para lucirlos e instalarlos. Las limitaciones son claras, y por eso LG se encarga de dejarlo claro: son aptas para el cine en casa pero también para exposiciones, museos, eventos deportivos y un largo etc. Estos sistemas usan una tecnología diferente a la habitual, ya que en lugar de usar una capa de LCD para crear píxeles e iluminarla con LED separados, estas pantallas solo usan LED (algunas usan MicroLED, más pequeños) apostando por una solución similar a la que hemos visto en la línea The Wall de Samsung y Crystal LED de Sony, referentes en el mercado en estos momentos en este segmento.
¿El motivo? Pues que así se pueden crear mejores niveles de contraste, casi como los que se verían en una pantalla OLED, porque los píxeles individuales pueden apagarse por completo para mostrar niveles de negro más profundos a los ojos del espectador, todo ello sin riesgo de las famosas retenciones que afectan a los paneles de este tipo de tecnología. Pero hay ciertos inconvenientes. La tecnología DVLED es prometedora, pero hasta la fecha es difícil hacer que estos LED sean lo suficientemente pequeños como para funcionar como subpíxeles individuales, de ahí que estas primeras pantallas sean tan grandes y colosales.
En The Verge argumentan que este tipo de DVLED sirven más como un reemplazo para los proyectores de gama alta que como sustituto de los actuales televisores de gran pulgada, siendo una alternativa inteligente gracias a su mayor brillo, contraste y su posibilidad de ofrecer imágenes de alta resolución y consistencia en habitaciones bien iluminadas. Es más, según el fabricante, la salida de brillo máximo para la mayoría de estas pantallas LG es de 1200 nits, lo que es comparable a un televisor de gama alta y permitiría un HDR de gran contundencia. Aunque la gama presenta una relación de aspecto 16:9, LG también vende versiones de 32:9 en caso de que alguien desee ver dos emisiones de video una al lado de la otra. Casi nada.
