Han venido para quedarse. Las criptomonedas o criptodivisas, las monedas virtuales que tienen un valor y una cotización bursátil al mercado económico tradicional, han creado una fuerte polarización en lo referente a su uso. Para muchos, son el futuro de las finanzas, el principio del fin del mercado regularizado y controlado por los oligopolios, mientras que para otra parte de la población no son más que el nuevo caramelo agridulce del capitalismo afianzado en internet.
Por eso, tras varios escándalos recientes, y con grandes movimientos realizados por figuras de renombre al respecto, los creadores de Dogecoin han querido zanjar el tema y criticar lo que ellos mismos dieron a luz hace unos años. Jackson Palmer y Billy Markus responsables de la memecoin ideada en 2013, ahora son conscientes de que han diseñado una moneda tan importante como seria para millones de poseedores. Sin embargo, tras mucho debatirlo, las criptomonedas solo sirven para una cosa: hacer más ricos a los ricos.
Las criptomonedas y el hipercapitalismo virtual
Palmer, explican desde Xataka, fue preguntado hace unos días en Twitter en si sería capaz de volver al mundo de las criptodivisas, generando nuevo contenido o creando ayudas para los neófitos en este tema. A través de su perfil oficial en Twitter, fue tan claro como seco: "Mi respuesta a todo es un 'no' rotundo".
Palmer, en un hilo más que interesante, explica que si bien es un segmento que ha crecido de forma evidente desde su nacimiento, su votalidad ha creado unos ciclos de pérdida de valor muy preocupantes que han hecho más ricos a los ricos y más pobres a los pobres.
I am often asked if I will “return to cryptocurrency” or begin regularly sharing my thoughts on the topic again. My answer is a wholehearted “no”, but to avoid repeating myself I figure it might be worthwhile briefly explaining why here…
— Jackson Palmer (@ummjackson) July 14, 2021
No tenemos que irnos demasiado lejos. En 2021, monedas como el bitcoin o el Ether, se convirtieron en trending para millones de ciudadanos y pequeños capitalistas que hasta hace unos meses no habían escuchado jamás de este tipo de monedas. A finales de 2020, las criptodivisas arrancaron un proceso alcista que las llevó a alcanzar máximos históricos, algo que ha durado poco. Ahora, el segmento está en horas bajas y la minería de criptomonedas se está persiguiendo por parte de los gobiernos de forma activa. Cuando en 2013 Jackson Palmer y Billy Markus crearon Dogecoin, lo hicieron en respuesta a aquellos que se escudaban en las monedas virtuales de cara a aprovecharse de los bolsillos y carteras de incautos con la excusa de la liberación del sector económico.
"Después de años estudiándola, creo que la de las criptomonedas es una tecnología inherentemente derechista e hipercapitalista construida principalmente para amplificar la riqueza de sus defensores a través de una combinación de evasión fiscal, reducción de la supervisión regulatoria e imposición de la escasez artificial", comentaba Palmer en un tuit que se ha convertido especialmente viral. Para el creador del Dogecoin, la industria de las criptomonedas se aprovecha de la filosofía del 'Hazte rico rápido', aprovechándose de los incautos. "La explotación financiera existía, sin duda, antes de las criptomonedas, pero ésta se ha construido casi a propósito para que el embudo de la especulación sea más eficiente para los de arriba y menos seguro para los vulnerables", matizaba Palmer, que ha tenido el apoyo de otros gurús del sector tecnológico, así como de su amigo y cofundador, Billy Markus.
La otra opinión: ofrecen más libertad aunque a mayor riesgo
Hay quienes no comparten en absoluto la opinión de Palmer. Entre ellos está Brian Armstrong, consejero delegado de Coinbase, que ha respondido en un hilo propio a los argumentos esgrimidos por el creador de Dogecoin. "Si crees que el gobierno debería ser la solución a los problemas de la gente, entonces en sistema de dinero fiat con sus controles tiene mucho que ofrecerte", puntualizaba Armstrong. Para él, los mercados libres, en principio confusos y brutales, dan buenos resultados a largo plazo. "Los mercados libres son confusos pero acaban dando buenos resultados, incluso para los más pobres. Las criptos simplemente ofrecen una alternativa para quienes quieren más libertad. Todos pueden tomar su decisión, y eso es probablemente algo bueno", añadía.
"Las criptomonedas no van a resolver el problema de la desigualdad de la riqueza, pero sí creará movilidad de riqueza y más igualdad de oportunidades para todos. Permite competir en igualdad de condiciones, al menos hasta cierto punto", concluía el responsable de Coinbase.