John McAfee, fundador de la compañía de antivirus y software de seguridad McAfee, ha sido encontrado muerto en la prisión de Sant Esteve Sesrovires en Barcelona. El magnate de los negocios, una figura controvertida, se encontraba encarcelado en España desde octubre de 2020, cuando fue detenido por evasión fiscal y fraude. Hace unas semanas, se había confirmado que el gobierno español había aprobado la extradición a McAfee a los Estados Unidos, país que había generado una orden de captura, acusándolo de delitos fiscales. La policía está investigando el suceso según confirma El Mundo.
Una figura polémica que había generado una deuda enorme: perdió todo su dinero
McAfee concedió una entrevista al medio español eldiario.es, confirmando que la vida en las cárceles españolas era muy buena y que se le cuidaba bastante bien. "Estar en la cárcel en España es como estar en el Hotel Hilton, sobre todo si comparamos con la deshumanización de las cárceles en Estados Unidos", explicaba al citado periódico digital. Sin embargo, su abogado, Javier Villalba, ha confirmado que los motivos de su muerte son claros: el empresario no ha podido soportar pasar más tiempo en prisión.
El abogado ha señalado que su trágica muerte es el resultado de un sistema cruel. "No había motivos reales para mantenerlo encarcelado durante tanto tiempo", ha confirmado a Reuters. McAfee era una figura controvertida, y durante años se ha visto envuelto en agrias polémicas, supuestos delitos y en un constante acoso y derribo a los gobiernos, compañías de seguridad y empresas del sector de la informática. En los últimos años de su carrera como empresario, había protagonizado campañas políticas, vídeos a favor de la posesión de armas o en spots como el siguiente.
McAfee, tras estudiar Matemáticas en la universidad y dedicarse a la tecnología trabajando para la NASA, lugar en el que destacó especialmente, se aficionó a las drogas. Ha llegado a confesar de manera pública el consumo activo de distintas drogas y incluso había luchar por la legalización de algunas de ellas, convirtiéndose en uno de los elementos más controvertidos de su figura, de referencia durante décadas en el sector de la informática. "La mayoría de mis jefes también se drogaban. En la mayoría de las empresas la gente se drogaba abiertamente a la hora de comer. Eran tiempos muy locos", ha explicado. El polémico fundador del antivirus más usado del mundo durante años fue detenido el pasado 3 de octubre de 2020 en el aeropuerto de El Prat, cuando estaba a punto de tomar un avión a Turquía. Fue la justicia de Estados Unidos la que pidió colaboración internacional, pues se acusaba a McAfee de evadir millones de dólares en impuestos de las ganancias supuestamente obtenidas con actividades como el comercio de criptomonedas. El juez de la Audiencia Nacional José de la Mata ordenó su ingreso en prisión preventiva, y llegó a autorizar su extradición a Estados Unidos, donde temía pasar encarcelado el resto de su vida.
The US believes I have hidden crypto. I wish I did but it has dissolved through the many hands of Team McAfee (your belief is not required), and my remaining assets are all seized. My friends evaporated through fear of association.
— John McAfee (@officialmcafee) June 16, 2021
I have nothing.
Yet, I regret nothing.
Las autoridades penitenciarias y los servicios médicos intentaron reanimar el cuerpo de McAfee al encontrarlo muerto, pero no lo han logrado. El empresario tenía 75 años de edad y se encontraba completamente arruinado tras una serie de malas inversiones y una vida de excesos. Sus orígenes se remontan a sus primeros trabajos en Nueva York, Londres, Los Ángeles y Cincinnati, pasando un año en México recorriendo el país en una camioneta, vendiendo joyas y drogas de todo tipo hasta recalar en Silicon Valley y topar con el éxito al desarrollar un software de protección para los ordenadores. En 2010 vendió su empresa a Intel por casi 6000 millones de euros y se retiró de la compañía que llevó a los más alto. Sus últimos días han sido muy tristes, pues confesó que había perdido su fortuna, sus amigos y contactos, y que se quedó solo por el miedo a que se le relacionaran con él y su mala fama. "No tengo nada, pero no me arrepiento de nada", espetó. Os recordamos que, si tenéis algún problema, podéis llamar al Teléfono de la Esperanza (717 003 717) o al Teléfono Contra el Suicidio (911 385 385), dedicados a la prevención y a la ayuda de personas en momentos difíciles.