Elizabeth Olsen ha sabido medrar en su carrera cinematográfica y televisiva encadenando diversos papeles, de distinta naturaleza y condición, convirtiéndose en una de las caras más reconocidas del nuevo Hollywood. Sí, es la Bruja Escarlata de las películas de Marvel, pero también ha aparecido en notables filmes como Ingrid Goes West o Wild River, la serie Sorry for Your Loss, que también produce o blockbusters de la talla de Godzilla. Un poco de todo. Lo que pocos saben es que Olsen estuvo cerca de protagonizar Juego de tronos como Daenerys Targaryen, papel que tomó finalmente Emilia Clarke, actriz con la que podría coincidir en Invasión Secreta para Disney+. Todo queda en casa. En cualquier caso, no tuvo suerte en la serie de HBO. Ahora, en una entrevista para The Hollywood Reporter, Olsen confiesa cómo fue aquella terrible audición que casi acaba con ella.
Una audición espantosa y una carrera que fue a más desde ese día
"Hice la audición para Juego de tronos. La hice con el asistente del director de casting en una pequeña habitación de Nueva York, únicamente con una cámara encendida y ellos leyendo el guion", comienza la actriz recordando su prueba. "Hice el discurso de Khaleesi cuando sale del fuego. Fue espantoso. No me volvieron a llamar", admite. Sin embargo, cuando aquella mala experiencia le golpeó, y creyó estar ante la despedida de uno de esos trenes que pasan una vez en la vida, llegó otro: Marvel Studios le ofreció unos años después uno de los papeles más importantes de todo su universo cinematográfico. Olsen no encarnó a la madre de los dragones, pero sí es Wanda Maximoff, una poderosa hechicera con grandes poderes que ha despuntado con un brillo especial en la serie Bruja Escarlata y Visión, de la que hemos hablado en Vandal Random.
Olsen admite que en esos momentos, en lo que no salen las cosas y la vida te hace buscar o plantearte nuevos caminos, puso todo lo que aprendió de la experiencia de sus hermanas, Mary-Kate y Ashley Olsen. "Desde pequeña, quise ir a cualquier campamento o clase de baile, canto o actuación. Lo que hicieron mis hermanas fue un trabajo, no un juego. Intenté hacer castings durante tres meses cuando tenía unos 10 años y tuve que parar de hacer todo lo otro que me gustaba hacer como niña. Y era tan consciente de lo que significaba ser actriz en Los Ángeles. Pensé: 'Vale, esto es una locura. Todo el mundo quiere ser actor. Por eso se mudan aquí. Es estúpido", concluye al respecto. Si bien tuvo un momento en el que se planteó dejar la actuación y centrarse en otras cosas, llegó el mundo del teatro y la salvó. Comenzó a trabajar en la Atlantic Theater Company, despuntó en clases y obras pequeñas y pronto un agente decidió representarla.
Elizabeth Olsen quizás no saliera del fuego y gritara a una horda de dothrakis, pero sí se forjó a sí misma y ahora es la parte visible de una de las sagas y empresas más exitosas de la historia reciente del mundo del entretenimiento.
