Australia ha vuelto a perder una oportunidad de equiparar los sistemas de clasificación de videojuegos con los del cine y otras formas de ocio retrasando la consulta popular en la que se votaría a favor o en contra de aumentar el sistema de clasificación por edades hasta los 18 años. Actualmente, el sistema sólo califica hasta los 15 años, lo que hace que múltiples videojuegos no puedan ser publicados en el país.
El retraso se debe a una actuación de Michael Atkinson, fiscal general del sur de Australia, que ha rechazado el borrador de la propuesta.
Atkinson ha rechazado el documento presentado por el Comité Permanente de Fiscales Generales en el que se convocaba la consulta popular sobre la posibilidad de aumentar el sistema de clasificación de videojuegos desde MA15+ (recomendado para mayores de quince años) hasta R18+ (sólo para mayores de dieciocho años).
Atkinson ha considerado el borrador, "pero no podía apoyar la publicación del documento", según ha afirmado un representante de la fiscalía.
Esto no significa que se cierren las puertas a esta posibilidad, pues en noviembre está previsto un consejo de ministros en el que "el tema puede ser discutido por extenso" si así lo deciden los políticos.
Sin embargo, parece que a nivel judicial será muy difícil conseguir un consenso entre las diferentes jurisdicciones. En los últimos tiempos múltiples juegos han sido rechazados para su publicación, o han sido modificados para poder cumplir con las condiciones legales del mercado.