Hoy en el stand de Electronic Arts, a puerta cerrada, tuvimos la oportunidad de ver uno de los juegos más impresionantes que se han mostrado en este E3, desarrollado por Criterion Games, afamado grupo responsable de la herramienta Renderware y de la saga de videojuegos Burnout.
Alex Ward, director creativo de Criterion, junto con el productor del juego y el diseñador jefe, nos desveló en qué consiste Black, un juego que ya fue mostrado el año pasado a contadísimos medios. Black es un juego de acción en primera persona en el que la intención de los desarrolladores es reproducir con la mayor fidelidad e intensidad posible la intensidad de un tiroteo.
Ward hizo una analogía con los juegos de deportes de EA, diciendo que si estos pretenden parecerse lo más posible a una retransmisión televisiva, la intención de Criterion con Black es hacer que el juego se parezca lo máximo posible a una película de Hollywood, transmitiendo al jugador la emoción de disparar y de que te disparen.
Previsto para PlayStation 2 y Xbox y con un lanzamiento para febrero de 2006, el juego estaba al 25% completo, aunque al 50% en el apartado visual, y en el nivel que nos mostrábamos luchábamos en una ciudad de Europa del Este. El título de Black responde a las "Black Ops", operaciones encubiertas, aunque curiosamente el juego no hará hincapié en el sigilo sino en la acción frenética. El motivo de que la operación sea encubierta no es que no te vea nadie, sino matar a quien te haya podido ver, en palabras de Ward.
El juego mostraba un apartado técnico impresionante, mostrando, en la versión PS2, unos entornos repletos de detalles y de objetos móviles, a una velocidad de refresco constante y, sobre todo, con una gran interacción con el escenario.
La forma "correcta" de jugar a Black no es matar a los enemigos a tiros, sino interactuar con el escenario para que sea éste el que acabe con ellos. De este modo podremos estar en un tiroteo donde los enemigos se ocultan tras las columnas del frontal de un edificio, y en vez de esperar a que se asomen, lanzar una granada a la parte de arriba del frontal para que éste se derrumbe y caiga sobre los enemigos.
En la demo se mostraron muchas más situaciones similares, como una en la que teníamos que disparar a las letras gigantes de un establecimiento para que cayesen sobre los enemigos. En el juego prácticamente todos los objetos serán destruibles o se podrá interactuar con ellos, pudiendo hacer grandes destrozos dirigiendo nuestra ametralladora a una cristalera.
Ward terminó la presentación contestando a algunas preguntas, en las que explicó que el juego se limitará a ser lo mejor en disparos, a redefinir el género. Confirmó que el juego ni tendrá modo multijugador, ni luchas con jefes finales, ni modo cooperativo, bromeando sobre todo ello con fina ironía inglesa, y haciendo una clara apología de las ametralladoras, recomendando a los asistentes a la presentación sentir la sensación de disparar una.
Finalmente confirmó que el juego contaría con una historia, de la que no desveló detalles, que tendrá personajes "chulos" y que esperan conseguir en los disparos lo mismo que en su día hicieron con la velocidad con la saga Burnout.
