Uno de los juegos destacados del stand de Capcom en el E3 era Shadow of Rome. Anunciado hace unos meses pero no demasiado promocionado, se trata de un juego basado en la antigua Roma en el que podremos controlar a dos personajes. Uno de ellos, Agrippa, es el de la fuerza bruta, mientras que Octavius se decanta por el estilo sigiloso.
En el E3 primero pudimos jugar en la consola de Octavius por la sencilla razón de que la jugabilidad de Agrippa resultaba mucho más atractiva. Con Octavius teníamos que recorrer unas callejuelas de la ciudad eterna sin ser descubiertos por los guardias, una tarea bastante difícil que podíamos facilitar usando pasadizos secretos y algunos objetos como armas aturdidoras. Una vez conseguido un traje de guardia, podíamos llegar al final, donde nuestra misión era matar a un senador y esconder su cuerpo.
Mucho más divertido, honestamente, resultaba el nivel en el que controlábamos a Agrippa, enfrentándonos a todo tipo de enemigos en el Coliseo. El sistema de combate era bueno, con dinámicas de esquivar y atacar (especialmente contra un gigantesco gladiador armado con una maza), y pudiendo usar todo tipo de armas para acabar con los enemigos. El apartado gráfico de ambos niveles era notable, con unos personajes bien modelados, escenarios bastante bien diseñados, y efectos gráficos bonitos.
Aunque no parece tener la calidad para hacer sombra a otros lanzamientos de Capcom como Devil May Cry 3 o Viewtiful Joe, la mezcla de estilos promete variedad, y la ambientación romana parece apropiada y siempre le da el toque de elegancia y épica que todo juego de acción/aventura necesita. Saldrá a finales de este año.