El futuro de Keita Takahashi en la industria del videojuego está en duda. El creador de videojuegos coloridos, absurdos y cómicos como Katamari Damacy y Wattam ha vuelto a Japón tras una década desarrollando títulos, con su empresa uvula, en San Francisco. En una entrevista con GamesRadar+ anhela trabajar de nuevo en Katamari y señala que el clima político de Estados Unidos le animó a crear el optimista to a T, cuyo fracaso en ventas puede suponer su retirada del desarrollo.
to a T, publicado en mayo por Annapurna Interactive para PC, PS5 y Xbox Series (incluido en Game Pass), es una cómica aventura narrada con un formato que recuerda a un anime (se divide en capítulos con opening y ending). Está protagonizada por un niño que vive permanentemente en pose T y vive peripecias, mundanas y estrafalarias, junto a su perro y otros personajes en un pequeño y colorido pueblo.
Tras las malas ventas, no especificadas, Takahashi dice que su próximo objetivo es cuidar de sus hijos y encontrarles una escuela en Japón. "Luego, si siento que no pertenezco a la industria del videojuego, tendré que buscar [empleo] en otro lado", declara. El creativo japonés admite que se está volviendo más difícil, para él, ser parte de la industria. "Si alguien quiere invertir en uvula, decídmelo. ¡Hagamos juegos divertidos y raros!"
No echa balones fuera sobre el fracaso de to a T: "Este es el riesgo de ser independiente, y estoy dispuesto a asumirlo, pero no creo que sea una cuestión de [juego de] nicho o tradicional, sino de si a la gente le gusta o no". Katahashi cree que sigue habiendo espacio para las nuevas ideas, pero que las de to a T no encajaron entre le público.
El "ambiente deprimente" de Estados Unidos le llevó a crear un juego optimista
El creativo japonés dice que su último videojuego es tan positivo y colorido tanto porque representa su manera de ser, pero también para contrarrestar el "ambiente deprimente" del lugar en el que vivía, San Francisco: "Este proyecto comenzó a finales de 2019, durante la administración Trump y justo antes de que comenzara la pandemia".

"Los acontecimientos que estaban ocurriendo en ese momento me inspiraron a querer crear algo positivo y optimista". Es por ello que en lugar de hacer un videojuego centrado en las mecánicas, pensó que "contar una historia sería una mejor forma de hacer sonreír a la gente y transmitirles buen ambiente".
En la misma entrevista, el diseñador y artista quincuagenario admite que le gustaría trabajar de nuevo con Bandai Namco, quienes tienen la propia intelectual de su obra más conocida: "Desearía tener la IP de Katamari Damacy. De todos modos, me alegro de que el juego y los personajes aún sean queridos. Tengo muchas ideas interesantes para Katamari Damacy que solo yo podría tener".












