La recepción de Vampire: The Masquerade - Bloodlines 2 no ha sido precisamente la mejor, ni por parte de crítica ni de público, algo que su anterior director creativo ya advirtió que ocurriría y que intentó evitar solicitando a Paradox que cambiase su nombre para que los jugadores no lo relacionaran con la primera entrega de la saga, un título considerado de culto a día de hoy por muchísimos jugadores. Ahora, la propia editora acepta la culpa de su fracaso comercial.
Paradox asume la culpa
"Vampire: The Masquerade - Bloodlines 2 es una gran fantasía de vampiros y estamos encantados con el trabajo que han hecho sus desarrolladores", explica Frederik Wester, el jefe de Paradox. "Siempre hemos tenido altas expectativas con él, especialmente desde que vimos que era un buen juego con una marca potente de un género que tiene un gran atractivo para el público".
"Un mes después de su lanzamiento, podemos decir, tristemente, que las ventas no han cumplido con nuestras expectativas, las cuáles deben ser revisadas a la baja. La responsabilidad recae por completo en nosotros como editores. El juego está fuera de nuestras especialidades y en retrospectiva está claro que esto hizo que fuese difícil para nosotros medir bien sus ventas".
"A partir de ahora evaluaremos cómo mejorar el desarrollo de los juegos de Mundo de Tinieblas para crear un catálogo potente con la marca en el futuro", concluyó.
Vampire: The Masquerade - Bloodlines 2 ya está disponible en PS, PS5 y Xbox Series X/S, ofreciéndonos una aventura de rol y acción con toques de simulador inmersivo que nos lleva hasta las calles de Seattle para ponernos en la piel de un vampiro.
