La semana que viene, el 19 de septiembre, se pondrá a la venta Dying Light: The Beast, la nueva entrega de la saga de acción y rol en mundo abierto con zombis de Techland, que estará disponible en PS5, Xbox Series y PC.
Techland acaba de publicar un nuevo vídeo del juego, en esta ocasión centrado en los terroríficos monstruos a los que nos tendremos que enfrentar en esta entrega, que serán los grandes protagonistas de la función, y que prometen ser más variados y letales que nunca, como han explicado ofreciendo nuevos detalles.
Así son los zombis y monstruos del nuevo Dying Light
En esta nueva entrega, los infectados se han rediseñado desde cero para resultar más inquietantes y realistas. Su apariencia transmite con mayor fuerza la humanidad perdida, y su comportamiento proyecta una presencia mucho más aterradora en cada encuentro. A ello se suma un trabajo sonoro profundo: gruñidos, chillidos y respiraciones cargadas de crudeza que intensifican la tensión y refuerzan la desesperación de enfrentarse a ellos. Podéis verlo a continuación, en un nuevo tráiler y un diario de desarrollo:
Los coléricos, por ejemplo, ahora son más rápidos y coordinados, capaces de sortear obstáculos y atacar en grupo, lo que los convierte en enemigos mucho más impredecibles. El combate también se ha transformado, con zombis que responden de manera más agresiva, contraatacan de forma inmediata y apenas dejan tiempo de recuperación al jugador. Todo ello se ve amplificado gracias a un nuevo sistema de físicas reactivas, con cuerpos que responden de manera realista al impacto y animaciones que refuerzan la brutalidad de cada golpe.
Más allá de los zombis comunes, el juego introduce variaciones que reflejan distintas fases de la infección. Los Virals, todavía con rasgos humanos reconocibles, resultan más perturbadores al mostrar expresiones de furia y vestigios de quienes fueron en vida. También regresan los infectados especiales, esta vez con trasfondos que se reflejan en su diseño visual: pacientes psiquiátricos atados, obreros convertidos en brutos deformes o médicos transformados en criaturas que escupen ácido. Y como gran novedad aparecen las Quimeras, monstruos creados en los experimentos del Baron que llevan la amenaza a un nivel superior.
El equipo ha cuidado incluso los detalles más sutiles, como zombis que miran sus extremidades amputadas en un destello de consciencia o que se detienen al atardecer para observar el sol, presagiando la inminente llegada de la noche. El diseño sonoro completa esta visión, con más de 9100 efectos creados en colaboración con The Monster Factory, responsables de juegos como The Last of Us Part II o God of War: Ragnarök.
















