Jon Bellamy, el jefe de Jagex desde marzo, ha vuelto a justificar la polémica decisión de reducir drásticamente las celebraciones del Mes del Orgullo en RuneScape y Old School RuneScape, los dos veteranos MMORPG. En declaraciones a GamesIndustry, el directivo insistió en que la medida buscaba garantizar la "continuidad y mantenimiento" de los juegos, situando la neutralidad política como prioridad.
La polémica comenzó cuando un empleado anónimo acusó a Bellamy de plegarse a las presiones derivadas del retroceso en políticas de Diversidad, Equidad e Inclusión en Estados Unidos. Según el propio CEO, el contenido de Orgullo "ahora es controvertido de una manera en que antes no lo era", lo que suponía un riesgo que él debía evitar. La decisión provocó protestas dentro de la comunidad con campañas como "No gay, no pay".
La situación política ha cambiado
Bellamy declaró que podría repetir la misma elección en 2026: "Mi trabajo es gobernanza y protección, y a veces hay que tomar decisiones duras para salvaguardar el futuro inmediato del juego. Si el mundo cambia y el entorno es diferente, reaccionaremos en consecuencia". Al mismo tiempo, afirmó comprender las críticas, pero subrayó que "al tope de mi lista siempre estará la continuidad y operación de nuestros juegos lo más apolíticamente posible".
El directivo sostuvo que RuneScape ofrece una vía de escape para cientos de miles de jugadores y que si esa oportunidad se ve comprometida, el negocio corre un riesgo real. Sin embargo, sus palabras han generado debate, ya que cancelar eventos del Orgullo también implica una posición política que afecta directamente a la comunidad LGTBQ+ del juego.
