Unity anunció en 2023 un cambio en su modelo de negocio: pasaban a cobrar a los desarrolladores por la instalación de cada videojuego. La decisión causó una gran polémica: el rechazo de la comunidad de desarrolladores se filtró hasta los jugadores. La situación llevó poco después a la marcha del presidente de la compañía, John Riccitiello (antiguo director ejecutivo de EA). Se anunció que la tasa Runtime se eliminaría, lo que se llevó a cabo el pasado septiembre. En el marco de la presentación de la primera demo jugable de Den of Wolves, lo nuevo de 10 Chambers, en las oficinas de Unity en Copenhague, hablamos con Steve Collins, director de tecnología, sobre los cambios que han tenido lugar en la compañía desde aquella debacle.

"Con humildad y con una mejor comprensión de lo que los clientes [los desarrolladores] quieren", respondió el responsable del motor para desarrollar videojuegos más utilizado del mundo (sobre todo en producciones independientes y títulos para móviles) al preguntarle sobre cómo abordaron una situación que hizo que algunos desarrolladores pasaran sus proyectos a otros motores, como Godot, de código abierto. "Creo que históricamente hemos tenido algunos desafíos en nuestra capacidad de escuchar a los clientes y ser realmente buenos socios", admite Collins.
"Eso es algo en lo que hemos trabajado duro con el nuevo CEO, Matt [Bromberg], que se unió a la junta directiva el año pasado, y esta era una de las primeras cosas que abordó. Llegó, habló con los clientes y les preguntó qué tiene sentido para ellos, qué modelo de negocio les funcionaba". Collins incide a lo largo de la entrevista de que son "socios" de los desarrolladores. "Queremos crear videojuegos geniales para los jugadores. Esa es la principal prioridad para todos. Y ciertamente, los modelos de negocio anteriores que intentamos no dieron en el clavo".
El director tecnológico de Unity asegura que "continuarán" cambiando cosas que no funcionen para los desarrolladores. Pone dos ejemplos recientes de ello. Por un lado, una mesas redondas que llevaron a cabo en la reciente Game Developers Conference de finales de marzo con directores de operaciones de otros estudios, con los que habló, entre otras cosas, en la implementación de herramientas de inteligencia artificial generativa en Unity, una serie de funcionalidades que estarán listas a finales de 2025.
Unity trabaja codo con codo con estudios como 10 Chambers y los creadores de Batman Arkham Shadow
Por otro lado, con la "verificación de productos". Cualquiera puede hacer su videojuego en Unity, pero en algunos casos, la compañía supervisa el trabajo ajeno, casi como si codesarrollaran, para ayudarles a hacer la mejor versión del videojuego posible. Ese es el caso de Den of Wolves, uno de los títulos más vistosos gráficamente de Unity 6, pero también lo han hecho con otros títulos recientes, como Phasmophobia, Batman: Arkham Shadow y la versión para Android de Dredge, con la que han alcanzado los 120 FPS y la gestión dinámica de la potencia en ciertos dispositivos móviles con el sistema operativo de Google.
"Se trata de conocer a los desarrolladores y de comprender realmente lo que les funciona. Estamos a su servicio y si esto no les funciona, tampoco nos funciona a nosotros. Esa es la nueva filosofía que estamos tratando de adoptar como compañía", concluye Collins.















