Los empleados de Don't Nod, creadora de Life is Strange, harán huelga en respuesta a los planes de despidos

La desarrolladora de Vampyr y Banishers: Ghosts of New Eden anunció el mes pasado unos 70 despidos, y los trabajadores aseguran que se deben a malas decisiones de la dirección.
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Los empleados de Don't Nod (Life is Strange, Vampyr, Banishers: Ghosts of New Eden, entre otros) han anunciado una huelga para mañana, 8 de noviembre, en respuesta a los planes de la desarrolladora de poner en marcha un plan de despidos que afectaría a casi 70 trabajadores.

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El mes pasado se reconoció un "deterioro de los resultados" de la compañía que obligaban, según su directiva, a realizar una reorganización y despidos. Ya entonces el sindicato francés Syndicat des Travailleurs et Travailleuses du Jeu Vidéo (STJV) llamó a una huelga para criticar cómo se había ocultado la situación económica hasta este momento y las malas decisiones de sus responsables.

La manifestación y piquetes se realizarán frente a la sede del estudio en París. Los empleados exigen que Don't Nod abandone el plan de despidos, dar voz a los empleados en las decisiones del estudio y que el director ejecutivo Oskar Guilbert esté presente en las negociaciones.

Los trabajadores sufren las consecuencias de las malas decisiones

"Como trabajadores de esta empresa, sabemos que estos fallos se deben a una sucesión de actos negligentes y malas decisiones de la dirección", dice la carta abierta de los empleados. "Hemos advertido a la dirección sobre estos fallos durante años, pero no nos han escuchado. En última instancia, somos nosotros los que pagamos el precio de estas decisiones absurdas hoy, con el plan de despidos".

La carta habla de una estrategia basada en supuestos "delirios de grandeza" que han llevado a una sobreinversión, así como un "pensamiento a corto plazo" en la empresa durante los últimos años. El equipo logró mucha fama y éxito con el primer Life is Strange y juegos como Vampyr, pero proyectos como Banishers: Ghosts of New Eden, pese a su calidad, no triunfaron en el mercado.

También se cita que muchos empleados han abandonado el equipo y eso provoca escasez de personal y dificultad en las condiciones de trabajo. "Queremos salvar la empresa, pero no a costa de despidos injustificados o un deterioro del entorno laboral", concluye la carta.

Ramón Varela

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