"Estamos haciendo juegos de 10.000 horas". Así se presentan Theorycraft Games, un estudio independiente que busca con su ópera prima, Supervive, crear el próximo League of Legends, Dota 2, Overwatch o Apex Legends. No nos referimos a un título que se juegue como esos, sino que tenga la suficiente profundidad y variedad en las partidas para que tenga una comunidad dedicada durante muchos años.
No es casualidad que Supervive se parezca, en un vistazo rápido a las imágenes o a los vídeos, al exitoso MOBA de Riot Games. Al fin y al cabo, la idea detrás de este título surgió de las entrañas de la compañía californiana. Pero lo que Joe Tung, por entonces EVP de LoL, quería lograr iba mucho más allá de un nuevo modo de juego. Las restricciones del motor, de los héroes, de cómo funciona League of Legends, hacían imposible materializar la idea.
Esa idea es la de crear un videojuego competitivo por equipos que, a pesar de la perspectiva isométrica, no es un MOBA. Es un juego de acción "sandbox". ¿A qué se refieren con esto? A que la interacción de las habilidades con el resto de las magias, con el resto de personajes, con los elementos del entorno, con el movimiento y con otras variables generen estrategias y situaciones improvisadas, frenéticas y explosivas.
Para hacer esto realidad, Tung, quien también ha trabajado en Halo y Destiny, no ha estado solo. Theorycraft fue fundado en 2020 también por Mike Tipul (Halo, Destiny), Michael Evans (Halo, Starcraft 2, Overwatch) y Areeb Pirani (responsable, entre otras cosas, de la monetización de los juegos de Riot; aquí habrá micropagos estéticos que nunca afectarán a las partidas). Un equipo que se ha ampliado con gente procedente de Valorant, de Apex Legends y Fortnite, entre otros.
Las partidas se parecen más a las de un battle royale como Apex Legends. Con 40 jugadores, hay dos modos juego: batalla campal por escuadrones (4 cazadores por equipo) y batalla campal en dúo, además de un modo arena 4 contra 4 y otros modos especiales de evento que irán introduciéndose. El objetivo, por supuesto, es ser el último equipo en pie.
El sandbox: movimiento, poderes y un mapa cambiante
Ese "sandbox" se sostiene en varios pilares. Por un lado, un mapa enorme repleto de precipicios que salvar con el planeador, saltando, rebotando y otras tantas acciones de movimiento. Por otro, un plantel de 16 héroes o cazadores con habilidades, algunas de ellas basadas en físicas, como retroceder en el tiempo, bombardear al enemigo, invocar tornados que mueven a los oponentes y hasta convertirse en árbol.
También es fundamental para ello la aleatoriedad de los eventos del escenario. En cada partida hay "tormentas" que alteran la manera de jugar, como la presencia de trenes letales que recorren el mapa, fenómenos climatológicos que "mueven el espacio de juego disponible entre largas distancias", monstruos, jefes y otras mecánicas que prometen dar forma a "un mundo de anarquía sistemática". Por último, está el sistema de revivir: hay zonas en el mapa para revivir a aliados e incluso a todo el equipo, áreas en las que previsiblemente se generarán batallas caóticas.
La beta abierta comenzará a finales de 2024
Cuando Supervive se desveló a mediados de junio se discutió sobre sus posibilidades de triunfar en un mercado, el de los MOBA y el de los battle royale, tan arraigado y con grandes títulos inamovibles. Tras meses de pruebas cerradas, y antes del lanzamiento de la beta abierta a finales de 2024, el título ha formado parte del Steam Next Fest de octubre, siendo la segunda demo más descargada solo por detrás del nuevo Delta Force. Quizá Theorycraft sí haya conseguido crear "el próximo 'juego de 10.000 horas'". Lo descubriremos en unos meses, cuando comience su beta abierta.
