En diciembre del año pasado Epic Games anunció un ambicioso plan para convertir de una vez por todas a Fortnite en un metaverso, lanzando varios títulos como la aventura de supervivencia LEGO Fortnite, el juego musical Fortnite Festival y Rocket Racing, un frenético juego de carreras arcade de los creadores de Rocket League, Psyonix, el estudio que fue adquirido hace unos años por Epic.
Ahora, cuando todavía no ha cumplido un año, Epic ha anunciado que con la actualización 31.40, Rocket Racing dice adiós a Isla Inferno y a las actualizaciones temáticas. "Las futuras actualizaciones tomarán un nuevo rumbo: incluirán cambios en los periodos de clasificación, misiones renovadas y más objetos automovilísticos que podréis lucir en la pista".
Adiós a las actualizaciones temáticas de Rocket Racing
Las actualizaciones temáticas de Rocket Racing eran expansiones y mejoras periódicas que introducían nuevos contenidos al juego, basados en temas específicos o eventos. Estas actualizaciones no solo agregaban nuevas pistas y desafíos, sino que también traían cosméticos y mejoras en el gameplay, como nuevas opciones de personalización y ajustes en las mecánicas de las carreras.
La comunidad de Rocket Racing ha lamentado esta decisión ya que ha sido interpretada como el principio del fin del juego, que todo parece indicar que no está funcionando tan bien como se esperaba Epic Games. La compañía ha dejado claro que el juego se seguirá actualizando con nuevos contenidos y que "todos los días se lanzan nuevas pistas de los creadores" para los jugadores que buscan contenido nuevo para probar, pero el fin de las actualizaciones temáticas no parece una buena noticia para el juego, que todavía no ha cumplido un año de vida.
Rocket Racing se trata de un juego de velocidad gratuito con un gameplay accesible y arcade a lo Mario Kart, en el que controlamos a toda velocidad a los clásicos bólidos de Rocket League. Con ellos tenemos que competir contra jugadores de todo el mundo en imaginativos circuitos, en los que tenemos que correr por las paredes como si hiciéramos parkour e incluso boca abajo, con imposibles carreteras que tienen todo tipo de extrañas formas.
