Cuando pensamos en juegos bélicos, es bastante habitual que lo primero que se nos venga a la cabeza sean shooters en primera persona como Call of Duty, Battlefield o el más olvidado en los últimos años Medal of Honor, por poner unos ejemplos. Estas sagas, por otro lado, han ambientado algunas de sus entregas más conocidas en el gran conflicto de la Segunda Guerra Mundial, una guerra que tal vez por magnitud se ha revisitado en muchas más ocasiones en comparación con la primera sucedida varias décadas antes.
Si nos proponemos hacer memoria y buscamos rescatar juegos que nos trasladen a la Gran Guerra sucedida entre 1914 y 1918, cabe señalar un título que este mismo año ha cumplido una década en el mercado y que es una de esas rara avis que pasan una vez cada mucho tiempo por nuestras pantallas. Un juego de Ubisoft sorprendente, distinto y, tal vez, una de las mejores obras bélicas del medio sin necesidad de incluir mecánicas típicas del género de los FPS.
Uno de los juegos más conmovedores y especiales sobre la Primera Guerra Mundial
Por supuesto, el videojuego al que nos referimos en la introducción de este texto es el genial Valiant Hearts: The Great War, publicado en junio de 2014 para PC, PS3/PS4 y X360/XOne (más tarde en móviles), que fue desarrollado por un pequeño equipo de artistas de Ubisoft Montpellier en el que hubo talentos involucrados que venían de otros grandes juegos de la compañía, como el director de arte y de sonido de Beyond Good & Evil o los diseñadores de niveles de Rayman Oirigins.
Valiant Hearts: The Great War, al contrario que la enorme cantidad de shooters bélicos de la industria, es una aventura profundamente narrativa que busca, por medio de varias historias cruzadas y mecánicas de resolución de acertijos y lógica, rememorar la dureza de la Primera Guerra Mundial, así como aprender sobre ella en caso de desconocer sus principales conflictos.
El equipo al cargo del juego, quienes habían tenido bisabuelos que habían estado involucrados en el conflicto, tenía claro cuando comenzó su creación que querían alejarse del género de los FPS. Su intención era ofrecer una obra históricamente precisa y humana que mostrase las desoladoras experiencias y tribulaciones que tuvieron que vivir los soldados en el frente.
Para inspirarse, los desarrolladores tomaron una fuerte influencia de juegos de rompecabezas y aventuras gráficas clásicas como las de LucasArts. La historia se dividió entonces en cuatro grandes actos, con niveles diferenciados en los que a menudo el ritmo es ciertamente pausado y se propone a los jugadores resolver acertijos en distintos contextos, pero siempre mediante mecánicas básicas y fáciles de comprender para todo el público.
Por otro lado, y para hacer más especial su propuesta, Valiant Hearts: The Great War se creó mediante el motor UbiArt Framework, un motor que permite un estilo visual muy característico, en este caso como si cada escenario y personaje se tratasen de dibujos hechos a mano, posteriormente animados para lucir como un cómic interactivo. Toda una acertada decisión artística que le sienta como anillo al dedo y que ha hecho que, pese al paso del tiempo, se siga viendo precioso como el primer día de lanzamiento.
La acogida en el mercado de Valiant Hearts: The Great War demostró que Ubisoft había acertado de pleno con este proyecto. No tardó en cosechar grandes críticas de la prensa y buenos comentarios de los jugadores. Tal fue su impacto, que ese mismo año recibió el premio a la mejor narrativa en la gala de The Game Awards, e incluso recibió un premio BAFTA a la mejor IP.
Juegos como estos, pequeños, pero no por ello menos ambiciosos o especiales, son joyas que no deben pasar desapercibidas y que hacen crecer el medio. Si os interesa aprender sobre la Gran Guerra o queréis disfrutar de un buen juego de puzles con un gran mimo detrás -que se puede completar en apenas unas 5-6 horas-, no dejéis de echarle un vistazo a este Valiant Hearts: The Great War. Si os quedáis con ganas de más tras acabarlo, también tenéis disponible su secuela, Valiant Hearts: Coming Home, estrenada en 2023.
