Este viernes se puso a la venta Kunitsu-Gami: Path of the Goddess en PlayStation, Xbox, PC y disponible en Xbox Game Pass, una nueva aventura de acción de Capcom que como os contamos en nuestro análisis nos ha encantado, y nos parece uno de los mejores juegos del año. "Mezclando estrategia profunda y una frenética acción directa, este singular proyecto es una grata sorpresa y un soplo de aire fresco en una industria que parece estancada en las mismas ideas".
El juego ha sido dirigido por Shuichi Kawata, un ya veterano diseñador de Capcom, que trabajó en Resident Evil 4 (2004), y que poco a poco ha ido ganando galones hasta dirigir un proyecto como Kunitsu-Gami: Path of the Goddess. Pero antes de esto, en 2019, ya nos ofreció su primer trabajo como director con Shinsekai: Into the Depths, un metroidvania ambientado en el fondo del mar, que primero llegó a Apple Arcade, y en 2020 a Nintendo Switch. Un título relativamente desconocido pero bastante bueno, y que hoy vamos a recordar.
Un interesante metroidvania submarino
Shinsekai: Into the Depths una aventura en 2D de exploración submarina y con elementos de supervivencia, en la que controlamos a un solitario submarinista con el que tenemos que explorar el peligroso fondo del mar, habitado por todo tipo criaturas marinas, muchas de ellas hostiles.
La historia nos transporta a un futuro postapocalíptico donde una nueva era de hielo ha llevado a la humanidad al borde de la extinción. El único superviviente conocido, nuestro protagonista, se ve obligado a adentrarse en las profundidades del océano para escapar del implacable avance del hielo que incluso comienza a extenderse bajo el mar.
El juego se desarrolla en 2D con una estructura de metroidvania, donde la exploración y la supervivencia son clave. Equipados con un traje de buzo, debemos explorar el fondo del océano, mejorando el equipo y gestionando recursos limitados como el oxígeno. Un juego que nos mantiene en tensión al tener que estar pendientes de factores como la presión del agua, el daño a los tanques de oxígeno y la presencia de criaturas acuáticas hostiles, algunas de origen robótico.
A medida que avanzamos, encontramos recursos y materiales que permiten fabricar componentes esenciales y mejorar nuestro traje, aumentando su capacidad y resistencia. Esta mecánica de mejora se complementa con la posibilidad de regresar a zonas previamente visitadas, como en todo buen metroidvania, para explorar nuevas rutas desbloqueadas gracias a las habilidades y mejoras adquiridas.
Además, Shinsekai: Into the Depths destaca por su cuidado diseño visual, que es sobresaliente, con escenarios submarinos variados y detallados, de colores llamativos, y un efecto de inmersión subacuática muy bien logrado. Es en esta personalidad visual donde quizás mejor conecta con Kunitsu-Gami: Path of the Goddess, el nuevo juego de su director.
Aunque pasó un tanto desapercibido, Shinsekai: Into the Depths tuvo críticas bastante buenas, como nuestro análisis, y sin duda es un juego a reivindicar, que puede que os sorprenda para bien. ¿Lo habéis jugado?
