El último y olvidado juego de Raven Software antes de Call of Duty fue un FPS genial e infravalorado

Desde el año 2010, Raven Software ya solo se dedica a trabajar en la serie Call of Duty para Activision, pero su último título original fue un excelente juego a pesar de sus bajas ventas.
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Hace más de una década que Raven Software tan solo se dedica a colaborar en el desarrollo de la franquicia Call of Duty para Activision, pero tiempo atrás esta compañía con sede en Wisconsin, fundada en 1990, fue responsable de juegos tan diversos como Star Wars Jedi Knight: Jedi Academy o X-Men Legends. Incluso tomó el relevo de id Software para crear Quake 4 y Wolfenstein (2009). Curiosamente, su última obra original antes de saltar a la famosa saga bélica, es un FPS del año 2010 que pasó sin pena ni gloria por el mercado, pero que esgrimía grandes bondades y ha terminado demostrando ser el canto de cisne del estudio (al menos mientras Activision no los libere de su IP).

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Singularity es un gran y olvidado FPS con tintes de terror y mecánicas temporales

Para quienes tuviesen ocasión de jugarlo en su momento -los pocos que lo hicieron, ya que se dijo en su día que había vendido menos de 400.000 unidades; una cifra muy por debajo de las expectativas de Activision-, recordarán que Singularity, el FPS estrenado en PC, Xbox 360 y PlayStation 3, fue un juego que tuvo una campaña de promoción muy escueta y misteriosa, sin hacer demostraciones a puerta cerrada, ofreciendo pocos tráilers e imágenes y con varios retrasos y despidos de por medio.

Singularity, un gran FPS tapado

De hecho, la propia gente de Raven declararía más tarde que el juego estuvo apunto de ser cancelado en más de una ocasión.

Pero pudo ver la luz al final del tunel en el verano de 2010, y así llegó al mundo para presentarnos la historia de Nate Renko, un soldado de las fuerzas especiales que viaja a la extraña isla rusa Katorga-12, en la que durante los años 50 los soviéticos descubrieron un peculiar elemento, el E-99, el cual creían que podía ser la pieza de defensa frente al poder atómico y nuclear de la civilización capitalista occidental. Aunque algo salió mal y nosotros debíamos descubrirlo...

Así, mezclando en una coctelera tintes de terror, ciencia ficción soviética, viajes en el tiempo y paradojas temporales, Singularity se alzaba como una propuesta ciertamente refrescante en el género de los FPS, que si bien no innovaba en específico sobre ningún terreno (al fin y al cabo no escondía sus marcadas influencias por otros títulos como Half-Life, BioShock o Prey) sabía cómo sorprender y resultaba fresco de principio a fin.

Los hermanos Raffel, fundadores de Raven, tomaron sus recuerdos de la Guerra Fría y su pasión por las películas pulp de ciencia ficción para crear Singularity.

Es ahí donde Singularity resultaba tan interesante y ganaba puntos. En, por ejemplo, su magnífica ambientación, sus cuidados escenarios, o su excelente acabado sonoro y diseño de efectos de sonido (de lo mejor de la obra). Junto con, por supuesto, el excepcional TMD, un dispositivo que nos permitía manipular el tiempo a nuestro alrededor y era la guinda del pastel.

Singularity fue un genial FPS de Raven Software

Este aparato tecnológico, una especie de guantelete equipado en una de las manos del protagonista, nos servía para llevar a cabo acciones tan llamativas como convertir en esqueletos a nuestros enemigos o reparar instalaciones para devolverlas a su estado original y abrirnos paso por la isla hacia nuevas ubicaciones. Sin duda, era el gran atractivo jugable de Singularity y lo que lo hacía sobresalir entre la competencia.

Singularity supo exprimir fantásticamente algunos de los mejores elementos vistos en los grandes juegos en primera persona que le precedieron.

Si bien el juego también llegó a contar con un curioso modo multijugador que ofrecía una vertiente deathmatch clásica y otra modalidad con enfrentamientos contra criaturas mutadas por el E-99, era su inmersiva campaña individual, con un marcado enfoque cinematográfico y hasta 3 finales alternativos, la verdadera apuesta jugable que ha seguido envejeciendo la mar de bien y que todavía hoy merece la pena probar si nunca tuviste la oportunidad de hacerlo.

Un juego tapado que mereció un mayor rendimiento comercial

A veces sucede que juegos como Singularity, juegos con grandes ideas, una muy buena ejecución y unas mecánicas sólidas, no reciben el cariño comercial que merecen y acaban en saco roto. Y es una pena, porque, como en el caso que nos ocupa, situaciones así pueden derivar en el cierre de estudios o en que los desarrolladores acaben centrándose en juegos más sencillos y menos innovadores para asegurarse el éxito con lo que saben que va a funcionar de antemano, sin tomar riesgos.

Esto es algo que vemos cada vez más en la industria, sobre todo debido a los altos costes de producción a los que hemos llegado. Por lo que es cada vez menos frecuente ver títulos que se salgan de la norma y traten de sorprender. Raven lo intentó con Singularity y, aunque descarriló en ventas, hoy podemos decir que firmó uno de los FPS más especiales de su época. Un título que, como señalábamos en nuestro análisis, "a todas luces merece un lugar de lujo dentro del poco original género de los juegos de acción de primera persona".

Imágenes:

Más sobre Singularity

Portada Singularity
Singularity PS3 Xbox 360 PC
Lanzamiento: 25/6/2010 · Género: Acción / Shooter
Análisis Singularity

Singularity es un videojuego de disparos en primera persona desarrollado por Raven Software y publicado por Activision. Fue lanzado en 2010 para Microsoft Windows, PlayStation 3, y Xbox 360. El juego combina elementos de acción intensa con mecánicas únicas de manipulación del tiempo, ofreciendo una experiencia de juego que mezcla exploración, combate y resolución de acertijos.

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