Hace no tantos años los esports vivieron una nueva época de bonanza, un nuevo "boom" que hizo que su popularidad aumentase de forma más que notable y que un montón de empresas se interesasen por el sector, creando nuevos clubes o competiciones de alto nivel.
Sin embargo, a día de hoy, a pesar de que los deportes electrónicos han llegado para quedarse y de que hay grandes torneos de juegos como Counter-Strike 2, League of Legends o Street Fighter 6 que siguen llamando la atención de cientos de miles e incluso de millones de personas, también hay otras competiciones y formatos que han ido perdiendo popularidad con el paso de los años.
Uno de estos torneos es la Overwatch League que Blizzard creo poco después de lanzar Overwatch, una competición de franquicias en la que varios clubes compraron su plaza, y que tenía un ambicioso plan para convertirse en un referente dentro del sector, con estudios asegurando que generaría 100 millones de dólares anuales.
El ocaso de la Overwatch League y el posible cierre de la competición ahora que Blizzard forma parte de Microsoft
El inicio de la primera temporada de esta liga fue fantástico, con la jornada inaugural superando los 415.000 espectadores y sumando más de 10 millones de seguidores habituales durante sus primeras semanas, datos que no han parado de caer desde entonces, con varias crisis que han hecho que el futuro de la competición que debutó en 2018 esté ahora en entredicho.
De hecho son varios los rumores que apuntan a que Blizzard, ahora propiedad de Microsoft, estaría pensando en poner punto y final a la competición. De hecho, según Jacob Wolf, un periodista de esports con muy buenas fuentes dentro del sector, Blizzard ya habría contactado con los 20 equipos que forman parte de la liga para explicarles el futuro de la competición con Overwatch 2.
Además, se sometería a votación entre todos los equipos implicados para votar a favor o en contra de que la competición siga en marcha. Si deciden poner fin a la misma, cada equipo recibiría 6 millones de dólares en concepto de indemnización ya que en su momento tuvieron que comprar su plaza en la liga.
Esto, multiplicado por los 20 equipos implicados, significaría que el coste para las arcas de Microsoft sería de 120 millones de dólares.