Una demanda colectiva presentada contra Sony PlayStation en Reino Unido acusa a la compañía de haber "estafados a los jugadores" en sus compras realizadas a través de PlayStation Store. Según han reportado desde VGC, la demanda ha sido presentada por Alex Neill, una persona encargada de defender los derechos de los consumidores, quien afirma que Sony infringe la ley de la competencia al exigir una parte de cada compra realizada en su tienda online.
Según la demanda, a los jugadores de Reino Unido se les "ha cobrado de más" por las compras digitales por valor de 5000 millones de libras -5900 millones de dólares- en el transcurso de los últimos seis años. Dicha demanda fue presentada ante el Tribunal de Apelación de la Competencia durante la semana pasada y en ella se incluye a cualquier jugador de Reino Unido -se estima que son cerca de 9 millones de personas- que haya comprado juegos o DLC a través de la PlayStation Store desde el 19 de agosto de 2016. En caso de éxito, cada persona tendría derecho a recibir entre 67 y 562 libras por daños y perjuicios, más intereses.
El problema está en el porcentaje que Sony se embolsa por cada compra en la PlayStation Store
En el reporte se especifica que el principal problema son los términos y condiciones que Sony impone a los desarrolladores y editores que quieren vender sus juegos y contenidos adicionales a través de PS Store. Al parecer, la compañía se lleva un 30 % de cada compra realizada y es este porcentaje el que, según Neill, está estafando a los usuarios. "El juego ha terminado para Sony PlayStation. Con esta acción legal defiendo a los millones de británicos a los que, sin saberlo, se les ha cobrado de más. Creemos que Sony ha abusado de su posición y ha estafado a sus clientes", explicó Neill en unas declaraciones para Sky News.
"Las acciones de Sony están costando a millones de personas que no pueden permitírselo, especialmente cuando estamos en medio de una crisis del coste de la vida y el monedero del consumidor está siendo exprimido como nunca antes", añadió Neill a sus anteriores comentarios. "Sony domina la distribución digital de los juegos de PlayStation y de los contenidos del juego: ha desplegado una estrategia anticompetitiva que ha dado lugar a unos precios excesivos para los clientes que están fuera de toda proporción con los costes de Sony en la prestación de sus servicios", agregó Natasha Pearman, una socia del caso.