Quizás en el futuro, cuando estemos jugando al último juego online de moda, detrás de la pantalla del jugador que acribille a nuestro avatar no haya un humano, sino un cerdo. Y es que un reciente estudio de la Universidad de Purdue, en Indiana, Estados Unidos, ha concluido que estos mamíferos paquidermos pueden aprender a manejar joysticks comprendiendo lo que está ocurriendo en pantalla.
Este estudio ha puesto a varios cerdos a jugar a un software que les recompensaba si conseguían hacer chocar contra una pared. Los animales podían controlar el joystick para mover el cursor y si alcanzaban una pared el videojuego hacía un sonido y les recompensaba con algo de alimento.
A medida que iban consiguiendo alimento el juego se hacía más difícil eliminando paredes, todo un reto para los cerdos.
Los cerdos demostraron grandes habilidades para el juego
Hay varios cerdos que han realizado la prueba, pero algunos de ellos, unos cochinos de tres meses de edad llamados Hamlet y Omelette, tuvieron que dejarla porque después de doce semanas crecieron demasiado para caber en el espacio donde se llevaban a cabo los tests. El resto de cerdos sí siguió adelante con las pruebas, obteniendo muy buenos resultados, incluso mejores de los que se esperaba.
"El hecho de que los cerdos lograran el nivel de éxito que lograron en una tarea que estaba significativamente fuera de su marco de referencia normal es en sí mismo notable e indicativo de su flexibilidad cognitiva y conductual", se puede leer en el estudio de la Universidad de Purdue, donde también se hace hincapié en que los premios comestibles no era lo único que animaba a los cerdos a jugar mejor, sino que también la atención y los ánimos del entrenador les estimulaba a conseguir sus objetivos.
Este estudio se ha realizado anteriormente con otros animales, como monos, y el resultado parece indicar que los primates juegan mejor que los cerdos; en el texto se apunta a que la diferencia puede estar relacionada con la capacidad de comprensión del juego, pero también con las capacidades físicas de cada animal, y se señala que el juego en tabletas o dispositivos táctiles podría dar mejores resultados en el estudio con porcinos.
