La oficina del Fiscal General del Distrito Oeste de Washington ha anunciado la detención de tres miembros de Team Xecuter acusados de un total de 11 delitos graves entre los que se encuentran fraude electrónico y blanqueamiento de capitales. Esta organización es conocida en las redes por desarrollar chips de pirateo para Nintendo Switch y Nintendo 3DS, aunque también para Xbox y las versiones Mini de NES y la primera PlayStation.
Brian Rabbitt, Fiscal General Adjunto Interino de la División Criminal del Departamento de Justicia, ha explicado en un comunicado oficial el motivo que ha provocado la detención de estos tres presuntos piratas: "Los acusados eran presuntamente líderes de un notorio grupo criminal internacional que consiguió lucrarse ilegalmente pirateando tecnología de videojuegos de compañías estadounidenses.
Team Xecuter está formado por más de doce personas de todo el mundo
"Los arrestos demuestran que este departamento perseguirá a los piratas informáticos que busquen apropiarse de la propiedad intelectual de empresas estadounidenses y explotarlas para obtener beneficios económicos", decía el Fiscal en el comunicado, en el que termina dejando claro que no tienen por qué tratarse de ciudadanos de Estados Unidos para que el peso de la ley caiga sobre ellos: "Sin importar dónde se encuentren".
Según Gamespot, Team Xecuter está compuesto por más de una docena de miembros de alrededor de todo el mundo. Esta empresa comercializa productos para la modificación de consolas permitiendo que se puedan cargar juegos piratas en ellas, algo que a priori no es ilegal per se; sin embargo la justicia estadounidense persigue a este grupo por haber lanzado alguno de esos productos con juegos piratas precargados, lo que sí supone un robo de la propiedad intelectual.
Para Eben Roberts, agente especial del Departamento de Investigaciones de Seguridad Nacional de Seattle, las acciones de Team Xecuter perjudican gravemente a la industria de videojuegos del país: "El robo de propiedad intelectual perjudica a la industria estadounidense, a los desarrolladores de juegos y afecta a los clientes legítimos. Todo esto amenaza la legitimidad de la industria de los videojuegos".
