A pesar de que China es el mayor mercado del videojuego del mundo, las autoridades del país han impuesto múltiples medidas restrictivas a la publicación de videojuegos y a su uso en los últimos años. Medidas que se recrudecerán a causa del plan "Healthy China 2030", que implica a varios organismos gubernamentales para mejorar la salud mental de los menores del país, y el ocio interactivo está en la diana contra la que quieren actuar.
El plan implica a doce departamentos gubernamentales entre los que se encuentran la Comisión Nacional de Salud, el Departamento de Publicidad y la Administración Nacional de Radio y Televisión (el mismo organismo que se encarga de aprobar la publicación de videojuegos).
El objetivo es instaurar medidas que afecten a escuelas, organizaciones de salud mental, terapias e iniciativas educacionales para mejorar la salud mental de niños y adolescentes.
El plan considera que el contenido violento y pornográfico afectan a la salud mental, por lo que se plantean medidas severas contra el contenido de este tipo. En concreto, según apunta GamesIndustry, "Healthy China 2030" plantea actuar contra videojuegos que incluyan apuestas online, "violencia sangrienta" y pornografía.
China ha tomado medidas de censura y de restricción de uso de videojuegos
El gobierno chino aprueba o prohíbe la publicación de cualquier videojuego, para ordenadores, teléfonos móviles o consolas (Nintendo sWitch se lanzó en el país en diciembre). China instauró una medida que obliga a los desarrolladores de juegos con cajas de botín a mostrar los porcentajes de aparición de los contenidos de las loot boxes. La importancia de este mercado hizo que la medida se adoptara por la mayoría de las empresas y que se convirtiera en una práctica estandarizada internacionalmente.
En abril de 2019, China anunció nuevas medidas de censura de videojuegos. El objetivo es que los juegos "cumplan con los valores sociales de China", lo que causó la prohibición de múltiples juegos violentos y títulos con elementos históricos que criticaran el régimen del país; los juegos tenían que contener "información correcta sobre la historia, la política y la ley".
Otra medida instaurada a finales de noviembre restringía el uso de videojuegos para los menores de 18 años, tanto en términos de horas de juego como de gasto en ellos. Los menores de edad no pueden jugar más de una hora y media al día (o 3 durante vacaciones), y los servidores online estarían bloqueados para ellos entre las 10 de la noche y las 8 de la mañana. El sistema también controla el gasto en distintas franjas de edad e incluso el bloqueo absoluto de ciertos vidoejuegos.