Microsoft trabaja en un avanzado sistema de climatología para Microsoft Flight Simulator, que llegará a PC y Xbox One en 2020, con el objetivo de ofrecer una de las representaciones más realistas del mundo del videojuego.
David Dedeine, director creativo de Asobo Studio, el equipo que está trabajando en esta nueva entrega de la apreciada saga de simulación aérea, ha compartido mucha información sobre cómo se está trabajando en el aspecto del tiempo.
Para el videojuego se ha trabajado en un sistema de simulación atmosférica que unifica las fuentes de iluminación para renderizarlas juntas.
Las luces, a su vez, se ven modificadas por factores como la densidad del aire, el nivel de humedad o la polución ambiental.
Grandes progresos en sombras, niebla y nubes
Con este sistema se logra, asimismo, que las sombras se proyecten sobre todo con un resultado mucho más natural y realista. Se complementa con lluvia volumétrica 3D y un sistema volumétrico para arcoíris. Todo esto se ve afectado, a su vez, por la velocidad de los aviones consiguiendo mucho más realismo.
También han trabajado en mejorar un sistema de niebla e incluso en el que la condensación, la lluvia, etc., pueden congelarse en la superficie del avión en función de las temperaturas.
En cuanto a las nubes, el sistema volumétrico cuenta con hasta 32 capas diferentes para simular la forma, densidad y demás características de las nubes desde todos los ángulos de visionado.
Una base de datos mundial para resultados más realistas
Pese a todo este sistema realista y dinámico, los jugadores también pueden escoger condiciones climatológicas predeterminadas para disfrutar de la experiencia que deseen, desde cielos completamente despejados hasta severas tormentas.
La situación del tiempo se determina, cuando no se condiciona por el usuario, gracias a una base de datos mundial que emplea datos de todo el planeta teniendo en cuenta variables como los datos estadísticos anuales, el ciclo de día y noche, e incluso la Luna. Eso afecta también a la posición de los astros, incluyendo no solo el Sol y la Luna, sino también las estrellas.