Esta semana sale a la venta en PC, PS4, Xbox One y Switch Fimbul, desarrollado por el estudio danés Zaxis, cuyo director y fundador, Jacob Honore, estuvo ayer en Madrid presentando el juego. La historia de Zaxis se remonta a 1999, cuando nació para hacer publicidad para televisión. Pero el camino del estudio cambió en 2005 cuando un empleado informó de que Apple estaba trabajando en un teléfono que iba a ser diferente y propuso entrar en el mercado de los videojuegos. Zaxis tardó un poco en hacerlo ya que, recordó Honore, al principio no había una plataforma para distribuirlos.
La primera incursión de Zaxis en los videojuegos fue Angry Viking, un juego 3D low poly con el blanco, el negro y el rojo como colores dominantes que supuso el principio de la relación entre el estudio y la mitología nórdica. "No fue un gran éxito, pero entonces era mucho más fácil conseguir dinero con los juegos de móviles y logramos el suficiente para seguir", recordó Honoré. Lo mismo sucedió con los siguientes seis o siete juegos. En 2013 Zaxis decidió ampliar miras y pasarse a los juegos de PC con 99 Levels to Hell, un shooter plataformas rogue-like con más de 83.000 descargas que salió a la venta en 2014.
"Un juego de vikingos de verdad"
Tras este éxito relativo "decidimos que queríamos hacer el juego con el que soñábamos mucho tiempo atrás, un juego de vikingos de verdad, no algo tipo Disney con cuernos y cascos, sino una aventura que fuera fiel a la mitología nórdica", dice Honore. De este deseo surgió la idea de Fimbul.
El estudio se documentó sobre la realidad de los vikingos invitando a historiadores para que les informaran y visitando museos para ver cómo eran la vida cotidiana y las armas de los vikingos "pero también queríamos acción", añade el director del estudio, para lo que recurrieron a la mitología; según Honore, "cuando los vikingos no estaban realizando incursiones en otras tierras se aburrían muchísimo y se inventaban historias sobre gigantes que probablemente no existían".
Parte de esta mitología tiene gran importancia en el juego, con las nornas, tres mujeres que van tejiendo con sus cuerdas las vidas de todas las personas de forma que, cuando las cortan, la persona muere. Al empezar Fimbul el héroe muere, pero sus cuerdas no se pueden cortar y por eso revive. Esta idea de las cuerdas da origen también a la cuerda de la vida, que permite ver una vez que se ha completado la misión qué decisiones se han tomado y retroceder a alguno de esos momentos para retomar la partida desde ahí. El título del juego procede del invierno fimbul en el que el hermano matará al hermano y que precede a Ragnarok, la batalla del fin del mundo.
El juego se sustenta en la exploración ("queremos que te diviertas en un mundo artístico que transmite la sensación de estar agonizando", dijo Honore), la historia y el combate, en el que es básico elegir el arma correcta para cada tipo de enemigo.
El desarrollo del juego ha superado varios escollos
Fimbul tenía previsto el lanzamiento hace año y medio; con 18 meses de trabajo planificados para un equipo de cuatro personas, con la financiación propia de Zaxis y dinero del instituto de películas danés al que el estudio recurrió apelando al carácter cultural de su temática nórdica. Entonces el diseñador jefe enfermó y todo se paró durante algunos meses. Tras sustituirle buscaron más financiación y la encontraron en el programa Europe Creative, que apoya el sector audiovisual, cultural y creativo europeo.
Con la inyección de 120.000 euros procedentes de la Unión Europea se consiguió terminar el proyecto. Zaxis trabajó en la versión de PC y encargó a la empresa alemana Independent Arts Software el port a consolas, dado que los daneses no tenían experiencia, aunque la versión de Switch no ha salido como se esperaba y ahora Zaxis trabaja para que se solucionen los problemas técnicos que afectan al port.
Fimbul es distribuido en España por Meridiem Games y sale hoy a la venta en PC, PS4, Xbox One y Switch, y ya podéis leer nuestro análisis.