En Corea del Sur la práctica del boosting se considera un delito que puede llevar a los jugadores a acabar en la cárcel.
Boosting hace referencia a una serie de técnicas que sirven para acelerar el proceso en el que un jugador gana recompensas o experiencia en un juego (generalmente en línea).
Una manera de hacer boosting es si, por ejemplo, un amigo se une al equipo opuesto y se deja matar por ti para que puedas subir de nivel mucho más rápido.
También se enmarcaría en esta práctica jugar en la cuenta de otra persona para ayudarle a mejorar su clasificación.
Una práctica que termina entre rejas
Este es un problema frecuente en los juegos multijugador, y se ha convertido en un fenómeno lo suficientemente llamativo como para llamar la atención del gobierno surcoreano.
De hecho, en Corea del Sur hay varias personas y empresas que ofrecen servicios de boosting, en particular para juegos como Overwatch y League of Legends, que son muy populares en el país.
Las personas que hagan uso de esta técnica pueden enfrentarse a una multa de hasta 20 millones de won (que equivale a unos 18.000 dólares) e incluso ser condenadas a dos años de prisión. Estas nuevas medidas llegan tras una nueva enmienda a la Game Industry Promotion Act, aprobada en 2017, cuyo objetivo es velar por la experiencia de los juegos más populares en el país.