Tyler Barriss, el hombre acusado de ser responsable de la muerte de Andrew Finch como resultado de una broma de swatting, se ha declarado culpable de todos los cargos presentados contra él, un total de 51.
Barriss podría ser condenado a prisión durante 20-25 años, según los abogados citados por los medios estadounidenses. Los cargos presentados contra él son no solo los derivados de la "broma" que terminó con la muerte de un hombre inocente, que legalmente se traduce en homicidio imprudente involuntario, amenazas interestatales etc. Y es que la fiscalía ha presentado también otros 46 cargos de California. Se le ha acusado además de cargos adicionales que incluyen conspiración para organizar el robo de un banco.
La mayoría de los casos de swatting que la fiscalía imputa a Barriss se produjeron a finales de 2017. El último de ellos es el que terminó en el fallecimiento de Finch, en Kansas.
Estos casos se produjeron después de que Barriss fuera puesto en libertad tras cumplir pena de dos años de cárcel por amenazas de bombas.
Las llamadas más antiguas se remontan a 2015, es decir, antes de que entrara en prisión.
El cargo principal del juicio ante el acusado es el de orquestar un swatting que terminó con el fallecimiento de Andrew Finch, hombre de 28 años que fue disparado por uno de los policías que asaltaron su casa al responder a la falsa llamada que había avisado de una situación con rehenes y bombas en su domicilio. Todo era, según la acusación y la investigación realizada, una broma resultado de la frustración por una discusión en una partida en línea que supuestamente habría realizado Tyler Barriss. Lo más absurdo es que Andrew Finch ni siquiera jugaba con videojuegos, por lo que no tenía ningún tipo de relación con Barriss.
