La llegada de la generación de las consolas de 128 bits trajo consigo una ligera diversificación de las consolas hacia productos de carácter multimedia. Si bien la primera PlayStation y Sega Saturn ya introdujeron la posibilidad de reproducir CDs de música, fue con PS2 cuando Sony decidió ir un paso más allá para permitirnos usar la consola como un reproductor de DVDs, dándole así un valor añadido a la consola, algo que imitaría Xbox a su llegada al mercado.
Panacube, la GameCube multimedia
- Lanzamiento: 13 de diciembre de 2003
- Precio inicial: 41.000 yenes (unos 316 euros)
- Unidades vendidas: menos de 100.000
Sin embargo, Nintendo se mantuvo fiel a su estilo y a su mantra de que "las consolas son para jugar", por lo que GameCube no llegó a incluir ningún tipo de funcionalidad multimedia como sus competidores directos. A pesar de ello, Japón recibió Panasonic Q, un reproductor de DVD fabricado por Panasonic que, a su vez, permitía reproducir juego de GameCube.
No en vano, su forma era muy similar a la del cubo de Nintendo y no tardó en ser conocida como "Panacube". Su creación fue producto de un acuerdo entre Matsuhita (la propietaria de Panasonic) y Nintendo, ya que cuando firmaron para que la primera produjera los discos usados por los juegos de GameCube, se acordó que Matsuhita pudiera desarrollar un reproductor de DVDs que también pudiese ser utilizado para jugar a los títulos de la consola de 128 bits.
La idea en sí no parecía mala, ya que podría ser vista como una respuesta para competir en igualdad de condiciones contra PS2 y Xbox. Por desgracia, la realidad fue bien distinta y el batacazo que supuso provocó que apenas durase un par de años en el mercado. Su estreno se produjo en 2001 y en 2003 ya estaba descatalogada, dejando claro el sonado fracaso en el que se convirtió.
Los motivos de este aciago destino suelen atribuirse a su elevado precio, cercano a los 41.000 yenes (unos 316 euros), algo que se vio agravado por un gran descuento que sufrió GameCube en Japón, haciendo la compra de esta última algo mucho más interesante y económico para el bolsillo de cualquier japonés con ganas de jugar a sus juegos.
PSX, la PS2 con grabadora digital
- Lanzamiento:18 de diciembre de 2001
- Precio inicial: 79.800 yenes (más de 600 euros)
- Tirada inicial: 100.000 unidades distribuidas
Casualmente, justo cuando Panacube dejó de fabricarse, Sony decidió sacar al mercado PSX, un nuevo modelo de PlayStation 2 que, además de permitirnos jugar y reproducir DVDs, también incluía una grabadora de vídeo, por lo que gracias al disco duro que incorporaba y a esta función podíamos grabar todo lo que quisiéramos (160 GB el primer modelo y 250GB el segundo).
Entre sus detalles más interesantes, cabe destacar que fue el primer producto de Sony compatible con su interfaz XrossMediaBar, la cual sería usada posteriormente por PSP y PS3. De hecho, PSX era compatible con la primera portátil de Sony, permitiendo la transferencia de fotos, vídeos y música de una a otra a través de sus puertos USB.
Como dato llamativo, cabe destacar que la consola se vendió sin mandos, aunque era compatible tanto con el Dualshock como con el DualShock 2. Esto propició que se pusiera a la venta un DualShock 2 especial pensado para PSX con un cable mucho más largo de lo habitual. Por desgracia, el dispositivo no era compatible con ningún tipo de multitap, lo que impedía que pudiésemos jugar a cuatro en juegos multijugador que admitieran este número de usuarios.
Tal y como podréis imaginar, su fracaso comercial fue bastante sonado y por el mismos motivo que el de Panacube: su precio. No en vano, estamos hablando de un producto que costaba la friolera de 79.800 yenes (más de 600 euros), por lo que en 2005 dejó de fabricarse sin haber conseguido salir de Japón siquiera.
El peligro de los dispositivos multimedia
Resulta muy llamativo el hecho de que, a pesar de este fracaso, Sony siguió apostando sin dudarlo por las posibilidades multimedia de sus consolas a pesar del sobrecoste que eso podría acarrear.
Un ejemplo claro de esto lo tuvimos con PlayStation 3, una consola que se intentó vender, a su vez, como un reproductor de Blu-ray, lo que conllevó un precio inicial tan alto (600 euros) que necesitó de varios años y revisiones para activar sus ventas y convertirse en un producto realmente atractivo para el gran público, error que no volvieron a repetir con PS4.
El intento de Microsoft por hacer de Xbox One un producto que fuese un "todo en uno" a través de sus posibilidades multimedia tampoco salió demasiado bien en un principio, forzando a la compañía a cambiar por completo de estrategia ante la avalancha de críticas que recibieron antes incluso de su llegada al mercado, lo que ha propiciado que los de Redmond hayan vuelto a centrarse en lo que realmente nos importa como jugadores: los juegos.